Hotel Apartamentos Jardin Del Atlantico

Apartamentos Jardín Del Atlántico es un complejo turístico de apartamentos de alquiler ubicado en la Playa del Inglés, en localidad de Maspalomas, en la isla de Gran Canaria. Se brinda a los clientes y visitantes de la isla la oportunidad de alojarse en los 334 apartamentos con los que el complejo, a lo largo de sus cinco plantas, cuenta.

Las grandes virtudes de Apartamentos Jardín Del Atlántico son, fundamentalmente, tres: la primera de ellas es la extraordinaria provisión del complejo, que cuenta con numerosas instalaciones y dependencias (desde las instalaciones de jardín y piscina hasta la discoteca del complejo, pasando por su restaurante, provisto de una oferta gastronómica de manera extraordinariamente variada y de gran calidad.

Se hará un inventario más detallado de dichas dependencias unas líneas más abajo, no obstante), dispuestas con el fin de garantizar a sus huéspedes una estancia cómoda y amena durante sus vacaciones en Gran Canaria; la segunda es su situación, en el centro del pueblo y a tan solo unos pocos metros de la playa y el centro comercial; la tercera, por último, es el poder gozar de las dos anteriormente mencionadas a precios más que económicos.

En cuanto a los apartamentos, estos cumplen perfectamente con su función de garantizar al huésped una habitación confortable y placentera mientras dure su visita: todos ellos cuentan con muebles de madera de pino, balcón privado, televisor, nevera, fregadero, cocina, suelo de baldosa, baño privado y salón comedor equipado con un sofá cama.

Todos, asimismo, son lo suficientemente amplios y espaciosos como para que sus habitantes lleven una vida cómoda en su interior. Por otra parte, no está permitido fumar en el interior de las habitaciones; el complejo, no obstante, cuenta con zonas aptas para fumadores.

A ningún cliente se tolerará el ingreso de mascotas o animales de compañía en las instalaciones del complejo.

El emplazamiento del complejo de Apartamentos Jardín Del Atlántico es absolutamente privilegiado (Calle San Cristóbal de la Laguna, 9, 35100), próximo a todos los puntos de la población de Maspalomas que puedan ser de interés para su visitante. Es ineludible, sin embargo, destacar su cercanía a la Playa del Inglés y al Templo Ecuménico.

La Playa del Inglés

Se trata de una de las playas más edénicas de Europa. Durante todo el año, un clima magnífico, con un sol suave, prodiga sus bendiciones sobre las dunas de la costa. Su extraordinaria extensión también hace posible que su altísimo número de turistas no resulte en una disminución del espacio disfrutable para el nuevo visitante.

Todo tipo de turistas tienen cabida en la Playa del Inglés, y hay, de hecho, una partición tácita del área de la playa en función de los intereses y prioridades de los que la visitan: hay una zona nudista, otra eminentemente ocupada por familias, otra que es un reducto de surfistas, otra que tiene especial éxito entre la gente joven... Su disfrute se encuentra disponible para el huésped a poco más de cincuenta metros del complejo de Apartamentos Jardín Del Atlántico.

El Templo Ecuménico del Salvador

En la mismísima plaza de Maspalomas se erige este peculiar edificio, cuya arquitectura llama al instante la atención de los transeúntes que la divisan durante su visita a la localidad canaria. Se trata de un templo dedicado a la práctica religiosa de los cristianos de todos los credos y fes, desde católicos hasta anglicanos, pasando por ortodoxos y coptos.

Alberga, por tanto, diferentes ritos impartidos en diferentes idiomas para el crisol de culturas que, unido bajo el interés común del asueto estival, se da cita cada año en la Playa Del Inglés. Sus obras dieron comienzo en el año 1969 y fueron concluidas solo dos años después bajo el cuidado del arquitecto Don Manuel de la Peña y del aparejador Ulises Medina.

Es una edificación paradigmática de la política favorable al turismo procedente de países del norte de Europa aplicada durante los años 60 y principios de los 70 bajo la dictadura franquista en España.

Además de su interés como expresión de un tiempo histórico y como templo religioso no convencional, la iglesia ostenta sus propios méritos estéticos como para ser una visita merecedora de atención. Destacan sus vidrieras de colores, obra de Juan Antonio Giraldo, y su oratorio, rociado de elementos simbólicos que evitan adscribirse a una corriente de arte sacro concreta a fin de evitar discriminaciones.