Hotel Ibis Paris Opera La Fayette

París es conocida en todo el mundo por ser una de las ciudades más importantes de Europa. La capital es una urbe de enormes dimensiones que acoge a unos dos millones de personas. A estos, se suman cada año algunos millones más de visitantes, haciendo de la 'Ciudad de la Luz' uno de los lugares más visitados de Europa.

Si nunca has visitado la ciudad o has decidido que es el momento de regresar a la capital francesa, el Ibis París Opera La Fayette es una excelente opción en cuanto a alojamiento. Situado en un lugar privilegiado, el hotel cuenta con un total de 67 habitaciones pensadas para cubrir todas las necesidades de sus clientes. Este hotel urbano posee un diseño sobrio y actual. muy  moderno, que otorga a todos sus espacios un ambiente perfecto para que el huésped se sienta cómodo en todo momento y disfrute de su instancia.

El Ibis París Opera La Fayette está pensado para todo tipo de clientes, ya sean aventureros, familias enteras, parejas que buscan una escapada romántica o personas de negocios. Además, el hotel admite mascotas para que puedas disfrutar de esta experiencia con ellas.

Dada su ubicación, sus servicios y sus infraestructuras, la relación calidad-precio de este hotel es difícilmente superable.

Asentado sobre el centro de París, el Ibis París Opera La Fayette está a tan solo tres escasos minutos la estación de metro Cadet. A pie podrás llegar a la Ópera Garnier, a Grands Boulevards y al mítico barrio de Montmartre en solo diez minutos, por lo que las buenas comunicaciones de esta hotel facilitan el turismo y el desplazamiento por la 'Ciudad de la Luz'.

La recepción del hotel está a tu disposición las 24 horas del día para resolverte cualquier problema sea la hora que sea. Además, pueden atenderte a la perfección en español, inglés y francés.

El Ibis París Opera La Fayette está situado en una zona magnífica. Concretamente, en el número 19, Rue Buffault, Ópera - distrito 9º de París, una de las ciudades de referencia en Europa y el mundo. Llena de monumentos, museos, calles increíbles y restaurantes conocidos en todo el mundo, esta ciudad ofrece a los visitantes experiencias únicas.

Desde ese punto podrás desplazarte andando a lugares míticos de la ciudad en pocos minutos o coger el metro en la estación Cadet para llegar a esos otros sitios algo más retirados, pero que igualmente debes ver antes de dejar la ciudad.

Lugares míticos 

Por su situación geográfica, el hotel está muy cerca de sitios maravillosos que son iconos de París. A diez minutos andando encontrarás el fabuloso barrio de Montmartre. Más conocido como el 'barrio de los pintores', Montmartre guarda un pasado apasionante que aún hoy, sigue atrayendo a miles de personas de todo el mundo.

En la parte baja del barrio se encuentran locales de fama mundial como el Moulin Rouge, además de restaurantes estupendos. Algo más arriba y pasando por callejuelas repletas de artistas, la Basílica del Sagrado Corazón se alza imponente.

A poco más de 900 metros del hotel, la Ópera Garnier también conocida como Ópera de París, acoge cada año las mejores representaciones del género. Construida en el año 1875, su impresionante arquitectura la convierte en un edifico único y de visita asegurada.

Museo del Louvre y Torre Eiffel

París está repleta de lugares extraordinarios que deberías ver. Es prácticamente imposible nombrarlos todos. Por eso, aquí van otros dos puntos de la ciudad convertidos en iconos mundiales. Saca la cámara de fotos y de vídeo y disfruta de ellos.

El Museo del Louvre es probablemente el museo más importante de Francia y el más emblemático a nivel internacional. Su extensión hace imposible recorrerlo entero en solo un día y entre sus muros guarda obras tan importantes como 'La Gioconda' y La Virgen de las Rocas de Da Vinci, la Victoria alada de Samotracia, la Venus de Milo o La Libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix.

La Torre Eiffel es seguro la imagen más representativa de París y Francia. Fue construida en 1889 por el ingeniero francés Alexandre Gustave Eiffel para la Exposición Universal de ese mismo año y sus 300 metros de hierro pudelado se elevan sobre la ciudad para iluminarla en la noche y encandilar a parisinos y visitantes.