El inicio de las fiestas navideñas en Nueva York lo marca el encendido de las luces del árbol más famoso del mundo en Rockefeller Center
Cada año miles de personas se reúnen alrededor del árbol para asistir a su alumbrado. Este símbolo navideño mide más de 20 metros de altura, pesa unas 10 toneladas y desde hace unos años está coronado por una estrella de cristales de Swarovski que emite rayos en movimiento.
Esta gran tradición, se remonta al año 1933, cuando los trabajadores que estaban erigiendo este emblemático edificio, plantaron un abeto en la plaza para atraer a la buena suerte.
El encendido del árbol depende de otra de las celebraciones más importantes de Nueva York como es el día de Acción de Gracias ya que tiene lugar el primer miércoles después de esta celebración.
Este árbol de navidad es una Picea Abies y es elegido cada año por el director de jardinería del complejo Rockefeller Center, debiendo superar siempre el medio siglo de edad y los 20 metros de altura.
Este año, se va a celebrar el 3 de diciembre a las 7 de la tarde y estará decorado con más de 30.000 bombillas LED y coronado con una gran estrella de Swarovski. Como en años anteriores, el encargado del encendido va a ser el alcalde de la ciudad, el recién elegido Bill de Blasio, junto a los propietarios del famoso rascacielos. Tras el acto de encendido, comienza una gala en la que actúan en directo artistas de gran prestigio internacional y se cantan villancicos y canciones típicas de la Navidad. Las luces del árbol del Rockefeller Center van a estar encendidas hasta el 7 de enero de 2014, a las 11 de la noche.
Aunque existen otras ciudades del mundo que dan a conocer árboles sorprendentes, como es el caso del árbol flotante de Río de Janeiro, que mide alrededor de 85 metros de altura y está coronado por una estrella con dos ángeles que simbolizan la paz. También, es característico el árbol, de la ciudad alemana de Dortmund, que lo adornan más o menos 40.000 bombilla, el que se instala bajo la gran bóveda de estilo barroco de las Galerías Lafayette, en París. La ciudad de Madrid también coloca en el centro neurálgico de las celebraciones navideñas, la Puerta del Sol, un sorprendente árbol ideado por la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada.