¿Se te ocurre poder asistir a un festival de música en bañador? ¿Disfrutar de las actuaciones flotando en un lago de aguas termales? Pues el festival de música Iceland Airwaves te permite eso y mucho más. Viajar en noviembre a Islandia es una opción obligada si eres amante de los festivales de música diferentes. Desde España, existen vuelos a Reikiavik, así que ¿a qué esperas? De hecho, puedes gestionarlos mediante Viajes Carrefour.
Entre el 1 y 5 de noviembre se celebra en Reikiavik, capital de Islandia. Un punto de encuentro para todos los aficionados a la música que buscan una experiencia diferente de los habituales festivales de música. En primer lugar, por la originalidad y el eclecticismo de su cartel de actuaciones. En el Iceland Airwaves cabe casi todo: electrónica, hip hop, tropicalismo, folk, blues, postrock y arte experimental. Así, hasta 230 bandas, que desfilarán por los distintos escenarios del festival. ¿Cómo lo hacen? Saliendo a escena únicamente durante 40 minutos. Y, en segundo lugar, por las estupendas actividades y los planes que la ciudad propone durante las fechas del festival. En 17 años de Historia se ha convertido en una de las citas de festivales más originales, a nivel mundial.
Un poco de Historia
En octubre de 1999 se celebró la primera edición del festival. Subieron al escenario 7 bandas. En principio, iba a celebrarse una única edición, ubicada en un hangar del aeropuerto de Reikiavik. Pero la respuesta entusiasta del público logró que se repitiera al siguiente año. ¡De una única edición se ha pasado ya a 18! Y, de un hangar, el festival se ha extendido por toda la ciudad. Este año, como novedad, se trasladan algunas de sus actuaciones a la cercana ciudad de Akureyri.
Los cálculos de la organización aseguran que este año se esperan unos nueve mil visitantes. Seis mil visitantes procedentes del extranjero y tres mil habitantes de Islandia. 5 días de música y actividades para disfrutar que coinciden con las increíbles auroras boreales de octubre y noviembre. Un espectacular aliciente más para animarse a ir.
Islandia es el escenario perfecto para disfrutar de las auroras boreales más bellas del planeta. Cielos completamente despejados, la temperatura perfecta (cuanto más frío, mejores auroras boreales), largos intervalos de oscuridad… Comienzan a finales de agosto y se extienden hasta mediados de abril. La página web del servicio meteorológico de Islandia cuenta incluso con una predicción de auroras boreales.
Una ciudad volcada con la música
Resulta estimulante ver cómo una ciudad pequeña, como Reikiavik, se vuelca tanto con su festival. Lejos de eventos musicales que invaden las ciudades con ruido, basura y conductas poco cívicas, la educación y el trato respetuoso de los habitantes de Reikiavik se contagian a sus visitantes. La ciudad sorprende por su limpieza, escaso tráfico y respeto por los servicios y lugares públicos. Sin ir más lejos, uno de los emplazamientos del festival es el edificio que alberga el Museo de Arte. Las salas y exposiciones están abiertas al público durante los conciertos. No hay medidas de seguridad y los visitantes pueden pasear libremente, sin problemas. La gente deja sus abrigos, mochilas y bolsos en una zona de guardarropa sin vigilancia ni temor a que pueda haber robos.
Durante el festival, las calles son ríos de gente que se desplaza por los múltiples locales, tiendas e instalaciones, que ofrecen actividades no solo relacionadas con la música. Uno de los eventos más esperados y que resume lo peculiar del festival es la fiesta en el balneario Blue Lagoon. Con temperaturas rondando los 0 ºC y bajo cero, te enfundas el bañador y te sumerges en las lagunas humeantes del balneario para disfrutar de una sesión de música electrónica. Curiosamente, Reikiviak significa, en islandés, Bahía humeante. El nombre proviene de la sorpresa que causaron a sus primeros pobladores las humaredas que salían del agua sulfurosa al contacto con el frío exterior.
Si no encuentras entrada para el festival, no te desesperes. Se puede disfrutar, igualmente, del evento con una amplia variedad de conciertos gratuitos que organizan bares y cafeterías de la ciudad.
Qué ver en Reikiavik
Entre concierto y concierto, puedes sumergirte en la Historia y cultura islandesas. Olvídate de lugares turísticos repletos de visitantes. Islandia es un paraje semivirgen respecto al turismo y a otras ciudades europeas. La distancia y su clima siguen siendo un obstáculo para turistas poco aventureros. Sin embargo, si vences las reticencias, descubrirás paisajes mágicos sacados de novelas de ciencia ficción o fantasía. Enormes zonas verdes sin edificaciones (Islandia es uno de los países con menos población del mundo), lagos, cráteres, géiseres naturales, cascadas…
Lugares y rutas, como la del Círculo Dorado, que recorre tres parajes de inusual belleza: la cascada de Gullfoss es una espectacular falla natural del terreno con una gran cascada, el valle de Haukadalur es perfecto para disfrutar de sus géiseres y el valle de Thingvelli es un gran parque nacional de enorme interés natural y geológico.
Sin duda, su naturaleza es uno de los grandes reclamos. Pero, por chocante que parezca, también te ofrece una gran actividad cultural. Al tratarse de una ciudad pequeña, Reikiavik resulta muy práctica para recorrerla a pie y descubrir su animada vida social y cultural. Museos de todo tipo incluso al aire libre, como el Museo de Folk, en la pequeña población de Arbaejarsafn. Una vuelta al pasado para ver cómo era la vida en Islandia en siglos anteriores. También, para rastrear el pasado vikingo islandés, es visita obligada el Museo Reikiavik 871. Incluye elementos arqueológicos de la época y exhibiciones sobre la Historia de los vikingos.
Para los amantes de las compras y los paseos comerciales, nada mejor que visitar la Calle Laugavegur. Es la principal de la ciudad, salpicada de tiendas tradicionales, locales modernos y restaurantes y bares, con el fin de disfrutar de la gastronomía local mediante platos contundentes y calientes para combatir el frío.
En resumen, el festival Iceland Airwaves es la excusa perfecta para descubrir uno de los pocos lugares casi vírgenes del planeta. Sin embargo, no importa cuál sea la época del año para visitar Islandia. Es un destino perfecto en cualquier momento del año.