Eventos religiosos, populares o deportivos. Los meses de verano España puede recorrerse por sus fiestas, a cual más original. No faltarán comidas y bailes.
Shakespeare escribió que si todo el año fuese fiesta, “divertirse sería más aburrido que trabajar”. Quizá el ilustre escritor lo decía porque era inglés, pues lo cierto es que en España amamos la fiesta, incluso aunque duraran todo el año. Como lo demuestra que en el mes de agosto podamos recorrer el país de jolgorio en jolgorio.
La Tomatina es una de nuestras fiestas populares már conocidas internacionalmente, y también de las más filmadas, debido al color rojo intenso del que se llenan sus calles. Sus inicios se remontan a agosto de 1945, cuando unos jóvenes se colaron en la comitiva de un desfile que pasaba por la plaza del pueblo y provocaron la caída de un participante. El incidente terminó en disputa y los presentes acabaron enredados en una batalla campal con los tomates que tomaron prestados de un puesto de verduras cercano. Así comenzó la Tomatina en Buñol (Valencia), que se celebra el último miércoles de cada mes de agosto. Eso sí, en los años 50 estuvo prohibida. Como protesta, los vecinos organizaron un entierro del tomate, con tal éxito que se restauraron las fiestas, que ahora se celebran cada año a finales de agosto. Desde 2002 son consideradas Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Del rojo al negro
La fiesta del Cascamorras, en la provincia de Granada, se celebran cada 6 de septiembre, entre Baza y Guadix. Sus inicios se remontan a hace más de 500 años, cuando un obrero de Guadix encontró a la Virgen de la Piedad mientras hacía las obras de la Iglesia Mayor de Baza. Como no se ponían de acuerdo sobre dónde colocar la virgen, la fiesta se dividió entre las dos localidades. La tradición es mancharse de pintura negra de pies a cabeza e ir al encuentro de un hombre que viene desde Guadix, llamado Cascamorras, para correr con él por las calles de Baza y mancharlo de pintura. La tradición cuenta que si consigue llegar sin mancharse, regresaría a Guadix con la virgen dejando a Baza sin fiestas, por lo que los vecinos se encargan de que no quede piel sin pintura.
Las fiestas más tradicionales
Gastronomía, folclore y actos religiosos están presentes en las múltiples romerías agosteñas, especialmente en el sur. Entre mayo y septiembre no hay fin de semana que no se pueda acudir a una romería o feria. Las andaluzas de agosto las inaugura Huelva, que las dedica al descubrimiento de América. Sus fiestas colombinas han sido declaradas Fiestas de Interés Turístico de Andalucía y homenajean a los navegantes que partieron del Puerto de Palos, junto a Cristóbal Colón, rumbo a las Indias.
Le siguen las ferias de la provincia de Cádiz, como las de Rota o Trebujena. Luego Málaga, a mediados de mes; Almería, Córdoba, y con la llegada de septiembre, que descienden un poco las temperaturas, algunas de Sevilla. Entre sus equivalentes en el norte, pero sin trajes de lunares, están las Semanas Grande de Bilbao y San Sebastián. En esta última se hace un torneo en el que el objetivo es manchar al adversario de merengue. El jurado premia al más limpio. Mientras, en Vitoria se celebran las Fiestas de la Virgen Blanca. Comenzarán el 4 de agosto con el tradicional chupinazo, aunque el momento estrella es la bajada del descenso de Celedón Txiki y Neska Txiki. Un muñeco que representa a un antiguo aldeano alavés, y que cruza la plaza a través de un sistema de poleas. Los niños animan el recorrido.
Ramas y uvas
A principios de agosto, en la localidad grancanaria de Agaete, se celebra la Fiesta de la Rama. Al ritmo de las bandas de música, el pueblo y los vecinos del resto de la isla se lanzan hacia el Santuario de la Virgen de Las Nieves, agitando al vuelo ramas de eucalipto y pino. Mientras, los conocidos como “papagüevos”, van golpeando con las manos a los bailarines y al público de La Rama.
El pueblo granadino de Bérchules se quedó sin campanadas hace 20 años por culpa de un apagón. Desde entonces, celebran su particular Nochevieja en agosto. Para ello, los vecinos de esta zona de la alpujarra, generan nieve artificial. No faltan tampoco villancicos, anís, mantecados y hasta una cabalgata de Reyes.
Río abajo
Entre las fiestas y eventos en los que el deporte es el plan estrella destaca el Descenso Internacional del Sella, que este año tendrá lugar el sábado 6 de agosto. Será la edición número 80 de este recorrido de 15 kilómetros río abajo –en canoa o piragua– desde Arriondas hasta Ribadesella. El único requisito previo es saber nadar. Toda la zona se vuelca en los festejos que convierten a este rincón de Asturias en punto clave de las citas veraniegas en España.
Tradiciones centenarias, juegos infantiles, torneos deportivos, gastronomía local… ¡y mucha juerga! Que para eso, ya lo dice el refrán: “Hoy domingo y mañana fiesta, buena vida es esta”.