Además de sus atractivos habituales, Río de Janeiro acoge este verano los Juegos Olímpicos. Aprovecha para visitar la ciudad en un momento único en su historia.
El 5 de agosto es el día clave. El día que los brasileños llevan esperando desde hace varios años: el comienzo de sus Juegos Olímpicos, los de 2016. Una celebración deportiva de esta envergadura es el empujón perfecto para poner a punto una ciudad, embellecer sus calles, modernizar sus infraestructuras y animar a sus habitantes –como si los cariocas no lo estuvieran ya de por sí–. Al mismo tiempo, supone todo un reto. El de gestionar el volumen masivo de viajeros ansiosos por tomar parte del acontecimiento olímpico y por aprovechar el viaje y hacer turismo.
Con esta serie de consejos, cualquiera que se proponga disfrutar de las olimpiadas podrá –además– sacar el máximo partido a Río.
Agenda de los Juegos
Las competiciones deportivas se llevarán a cabo en 33 recintos de cuatro barrios de la ciudad: Maracaná, Barra da Tijuca, Deodoro y Copacabana. Además, otras ciudades brasileñas (Sao Paulo, Salvador de Bahía, Belo Horizonte, Manaos y Brasilia) acogerán varios partidos de fútbol. Aunque la fase clave tendrá lugar en Maracaná, el mítico estadio carioca, que también será la sede de la ceremonias de apertura y clausura. Otra opción para disfrutar del deporte rey es acercarse a Copacabana o a cualquier otra playa de la ciudad al atardecer. Descalzos sobre la arena, los brasileños hacen virguerías con el balón dignas de cualquier profesional. Precisamente en Copacabana se celebrarán los campeonatos de vóley playa. Por su parte, el mítico Sambódromo, cerca de la estación de Metro Praça Onze, será el escenario de la maratón y de la marcha atlética.
La organización ha editado una serie de guías prácticas por deporte que incluyen información útil sobre cómo llegar a las competiciones, horarios, mapas, servicios disponibles, etc. Se pueden descargar en la web oficial (www.rio2016.com).
Transporte
Si se opta por moverse en transporte público, hay varias opciones: metro, BRT (Bus Rapid Transit), el nuevo VLT (tranvía) y una extensa malla ferroviaria, además de los ferrys. Todos ellos están integrados y coordinan sus horarios para hacer más sencillo el transbordo. Comparten también el Billete Único Carioca, una tarjeta de transporte recargable que sirve para todos los medios de transporte públicos.
A escasos días del comienzo de los JJOO se ha inaugurado la línea 4 de metro, que conecta el estadio olímpico con el centro y las playas de la ciudad. Por lo general, todas las líneas ampliarán sus horarios durante los días de competición, especialmente en la noche de la ceremonia de apertura, por lo que la vuelta al hotel no debería ser una preocupación. Otra opción es moverse en taxi, sale algo más caro (no tanto como en las ciudades europeas) y sin duda es más seguro y directo.
Seguridad
En las olimpiadas de Río habrá 85.000 policías y soldados patrullando las calles, el doble de efectivos que en las olimpiadas de Londres en 2012. Aún así, no está de más tomar ciertas precauciones, como no caminar de noche por lugares desconocidos ni entrar en barrios problemáticos, como las favelas. Los brasileños no acostumbran a salir a la calle con joyas ni complementos caros. Si los imitas, evitarás tentaciones a los amigos de lo ajeno. Aún así, siempre es recomendable llevar encima algo de dinero. Nunca descuides los bolsos ni las mochilas, y llévalas en el pecho en vez de en la espalda.
Salud
El agua corriente de Río es potable, pero se recomienda optar por el agua embotellada. Para protegerse del dengue y del zika, enfermedades transmitidas por los mosquitos, es fundamental rociarse de repelente, así como dormir con las ventanas cerradas (y con mosquiteras) y evitar zonas con agua estancada.
Comer y beber
La cocina brasileña es sabrosa y variada, y resulta muy asequible para los turistas occidentales. Los puestos callejeros son una buena opción para comer de forma rápida y económica. En Brasil son muy comunes las ‘churrascarías’, restaurantes especializados en carne que suelen ofrecer la modalidad de buffet libre servido en la mesa. Otra costumbre muy arraigada es la de consumir nutritivos zumos –allí los llaman jugos– de frutas tropicales, que podrás encontrar fácilmente en cualquier parte.
Y por supuesto, no puedes irte sin probar la tradicional caipirinha, un cóctel brasileño a base de cachaza, lima y azúcar. Uno de los lugares más típicos para degustarlo es el Bar do Mineiro, en el barrio de Santa Teresa. Si quedan fuerzas, Río tiene muchas zonas donde reina la fiesta, y una de ellas es la playa de Ipanema, rodeada de clubes nocturnos.
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Aunque lo que nos haya llevado a Río hayan sido los JJOO, la ciudad merece que le dediquemos algún rato libre. La montaña de Pan de Azúcar, EL Cristo Redentor, la laguna Rodrigo de Feitas y las playas cariocas son visitas imprescindibles para quien pisa esta ciudad brasileña por primera vez, aunque sea con motivo de las olimpiadas.