La generación Z se arrepiente de desaprovechar oportunidades para viajar
La generación Z, dícese de los nacidos tras el año 2000, parecen haber comenzado a arrepentirse de no tener ganas de conocer el mundo. Si los mileniales son todo lo contrario, estas personas parecen estar centradas en otro tipo de ocupaciones más ligadas a su día a día.
Conocer el mundo, una asignatura pendiente
Un reciente estudio de las personas que ahora tienen entre 14 y 24 años ha sorprendido, y mucho, a los encuestadores. Estos son los resultados de la investigación.
Cifras
Un 82 % de los encuestados mostraban su descontento por haber rechazado posibilidades de viajar. Además, un 25 % de los casos confirman que no están satisfechos con su decisión de haberse negado a visitar otros países, a conocer destinos alejados de los circuitos turísticos habituales y a no haber mostrado su lado más aventurero al viajar.

Un futuro más optimista
Por suerte, un 52 % afirma que quiere dejar a un lado estos miedos para comenzar a recorrer el planeta. Es más, un 40 % reconocieron que cada viaje fue una experiencia única, que les sirvió para sentirse más seguros. Un 30 % incluso confirmaron que la relación con su familia había salido fortalecida y que habían hecho nuevos amigos.
Una apuesta por el cambio
Más de un 70 % de los viajeros confirmaron que su experiencia les sirvió para comenzar una nueva etapa. De hecho, un 46 % reconocían que habían cambiado mental y físicamente. Un viaje no deja de ser una experiencia personal que permite convertir unas vacaciones en una sucesión de retos que hay que afrontar y superar. El poder convertirlas en una experiencia a la que se le puede sacar un partido extraordinario es la conclusión a la que han llegado los viajeros de la mencionada generación Z.
A este arrepentimiento por no haber viajado en el pasado debe seguirle una nueva forma de pensar, ya que viajar no es una actividad baladí, sino una de las que se puede aprender en cada momento. De hecho, la tendencia confirma que los jóvenes desean viajar más, descubrir otras culturas, abrir la mente, hacer amistades e ir añadiendo recuerdos a su vida.

Sin duda alguna, así lo harán. Si formas parte de este grupo de personas, no lo dudes. Escoge un destino, haz tu equipaje y deja en casa tus miedos. Cada nueva ciudad, cada nueva calle y cada nueva sensación te acompañarán durante toda la vida. Si te sirve el ejemplo, Fernando Pessoa, pesimista irreductible, escribió uno de sus poemas más felices dedicado a esas sensaciones que brindan los primeros paseos por una ciudad desconocida.
La generación Z debe ponerse manos a la obra para conocer el mundo y para descubrir nuevas oportunidades en otras latitudes. Nadie sabe dónde puede cambiar su vida y tampoco dónde se encuentra su felicidad.
No dejes de buscarla y tampoco de convertir tus vacaciones en una experiencia única que te ayude a ampliar tu mente y a considerar cada viaje como una actividad saludable e irrenunciable.