El Parque Nacional de Komodo (Indonesia) es el único lugar del mundo donde puedes ver dragones. Estás invitado a conocerlos… si es que te atreves.
Estábamos acostumbrados a verlos en los libros de fantasía o sobre el hombro de Daenerys Targaryen los que sean fans de Juego de Tronos, pero nunca nos imaginábamos que estos gigantescos reptiles alados pudieran cruzarse con nosotros en una isla paradisíaca. Y vale, admitimos que los dragones de la Isla de Komodo, en Indonesia, ni vuelan ni intimidan por su tamaño, pero son bien reales. Así que si sólo esperabas encontrarlos en la mitología, acabas de conocer una razón más, y no es la única, para viajar hasta un exótico lugar que existe en nuestro planeta.
Nos vamos hasta el centro del archipiélago indonesio, entre las islas de Sumbawa y Flores, para acceder al Parque Nacional Isla de Komodo. Está formado por 29 islas, de las cuales, Komodo, Rinca y Padar son las más grandes. Y no sólo estamos en el único lugar del mundo donde podemos cruzarnos con estos peculiares animales, sino que el parque fue creado especialmente para protegerlos, en el año 1980, ya que son endémicos de estas islas. Y sin duda el Parque Nacional ha sabido cumplir con su objetivo, porque se estima que viven aquí unos 5.700 dragones. Aunque la isla más grande, y por tanto donde mayor presencia hay de estos reptiles es Komodo, te resultará mucho más fácil encontrarlos en la isla de Rinca. Y es que por lo general, estos animales están más activos al amanecer y al anochecer, y las barcas llegan a las islas al mediodía, cuando los dragones se ocultan para protegerse del sol. Pero en Rinca los descubrirás merodeando por las casas donde viven los empleados del parque a todas horas.
Lo cierto es que poco se sabe por el momento de estos descendientes de los dinosaurios. En general su tamaño no es tan imponente como podría creerse, pero los más corpulentos pueden llegar a alcanzar los tres metros de largo y un peso de más de cien kilos. Su sentido del oído y de la vista no están del todo desarrollados y además se mueven con una notable torpeza, pero su sentido del olfato es del todo extraordinario, así que son capaces de lanzarse a más de 20 kilómetros por hora ante un ataque sorpresa. Y no, no te vamos a tildar de cobarde si la sola idea de caminar por una isla rodeado de dragones te asusta ligeramente, lo cierto es que estos animales tienen una fama de devoradores de humanos bastante merecida… pero no te preocupes porque las excursiones por la isla se realizan siempre con la escolta de los guardas forestales, completamente entrenados y equipados para protegerte de un ataque de dragón. Así que la idea es que pasees por la isla, siempre en grupo, dispuesto a encontrarte con un lagarto gigante, lo que no resultará nada complicado. Entonces, podrás sentir en primera persona lo que supone mirar cara a cara a “los monstruos de Komodo”, como han sido apodados.
A pesar de que es su principal atracción, el dragón de Komodo (Varanus Komodoensis) no es el único reclamo de este lejano lugar. El buceo es otro de sus principales puntos fuertes. La variedad de especies de coral es realmente enorme, y además hay más de mil tipos de peces diferentes aleteando entre un fondo espectacular, con la más rica biodiversidad. Este cuadro marino lo completan los delfines, rayas, tiburones, tortugas verdes y ballenas. Y es que como ves, son tantos los encantos del lugar que a nadie sorprende que fuese declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991.
Para llegar al Parque Nacional hay que acceder desde Labuan Bajo, la población más occidental de la isla de Flores. Tienes dos opciones: un tour en barco que regresa a Labuan Bajo el mismo día, o si prefieres prolongar tu estancia varios días, hay otro tour que te llevará de regreso a Lombok parando en la isla de Komodo y otras islas. Labuan Bajo no se caracteriza por su atractivo turístico, pero si estás aquí es visita obligada su puesta de sol, adornada con pequeños islotes y barcos de pescadores próximos al puerto. Es también la isla que la mayoría de viajeros que visitan el Parque Nacional de Komodo eligen para pernoctar. Otra solución es hacerlo en la isla volcánica de Flores, desde donde parten los barcos a Rinca y Komodo. El hotel preferido por los viajeros suele ser el Jayakarta Suites Komodo-Flores, por sus fascinantes vistas al mar y sus camas orientadas a la puesta de sol. También gana adeptos el Komodo Resort and Diving Club, catorce acogedores bungalows con terrazas que dan a la playa. Aunque si lo que te van son las aventuras, escoge el Amanwana Resort, porque la única manera de llegar hasta él es en hidroavión o helicóptero.