Te damos los planes más originales para que conozcas Noruega. Eso sí, no te olvides de echar en la maleta ropa cómoda y un chubasquero.
Subirse al tren en Flåm
Para unir Oslo con Bergen se construyó a mediados del siglo XX una línea de ferrocarril, Flåmsbana, con el fin de que los granjeros de los fiordos pudieran vender sus productos en las principales ciudades noruegas. Hoy en día, el Flåmsbana es perfecto para disfrutar de la naturaleza más agreste y salvaje de los fiordos noruegos con sus saltos de agua, precipicios de vértigo y majestuosas montañas, así como de sus iglesias de finales del siglo XVII. De la estación de Flåm sale este interesante trayecto que va por sinuosas curvas, túneles cavados en la roca y una pendiente de 50º. Es una zona en la que se suceden impresionantes espacios naturales, aunque sobresale la bella cascada de Fjoss en la que el río conforma una imagen indescriptible.
Caminar sobre hielo
¿Alguna vez te has planteado esquiar un cálido día de verano, explorar glaciares caminando sobre hielo, deslizarse en kayac o canoa por imponentes cascadas o bravos ríos o bucear en uno de los destinos preferidos por los submarinistas en busca de hermosas especies de coral? Pues todo esto es posible en los fiordos noruegos, un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos y los aventureros. Además aquí los aficionados a la pesca podrán intentar capturar truchas de 15 kilos, habitualmente más escondidas, aunque es más probable que se pesquen truchas de un kilo. La diversión está asegurada, sólo tienes que elegir el desafío.
Buscar alguna de las cascadas más altas del mundo
Aparte de infinidad de extensas zonas vírgenes, construcciones medievales de madera edificadas siguiendo el modelo heredado de los vikingos o las típicas fachadas de Vågen que brillan con las gotas de lluvia o el Sol de Medianoche, los fiordos noruegos te depararán muchas sorpresas. Como en muy pocos parajes en el mundo, en Noruega existen nueve de las 20 cascadas más altas del mundo y la mayoría caen de las escarpadas paredes de los fiordos. En verano, a diferencia del resto del año, se precipitan al vacío desde más de 300 metros masas de agua libremente. En las cascadas de Steindalsfossen en Hardanger o Storseterfossen en Geirangen te podrás acercar tanto, que fácilmente el agua te salpicará en la cara cuando pases por debajo o detrás.
Disfrutar del Sol de Medianoche
Aquellos que afirman que Noruega es una tierra mágica, no se equivocan lo más mínimo, pues es éste uno de los únicos lugares del planeta en el que se dan los fenómenos naturales más singulares. Su ubicación en la tierra, enclavada al sur del Círculo Polar Ártico, ocasiona, dependiendo de las estaciones, situaciones extremas de luz solar. En las tres provincias más septentrionales de Noruega, desde mediados de mayo hasta finales de julio, se disfruta del Sol de Medianoche, es decir, más de 20 horas de luz solar cada día. Las ciudades noruegas de Hammerfest, Tromso y Narvik son también testigo de este milagro en los días siguientes. El fenómeno contrario, la noche polar, tiene lugar durante el solsticio de invierno. En este momento, el sol no llega a asomar por el Horizonte.
Pasar unos días en la capital
Además de los centenares de islotes cubiertos de bosques, Oslo alberga rascacielos y pintorescas e intrincadas calles surcadas por los raíles de los tranvías. Calles que combinan edificios antiguos y típicamente nórdicos con otros más modernos, y donde también se pueden visitar sus parques, sus restaurantes y disfrutar de una oferta cultural impresionante. Sin embargo, esta compleja estructura que hace de Oslo una asombrosa ciudad cosmopolita, no fue siempre así. La capital es una de las ciudades más viejas de Escandinavia y la única con una colonia urbana que se remonta a la Edad de los Vikingos. La que un día fue denominada “capital de los pueblos nórdicos”, tuvo gracias a las antiguas poblaciones, un importante desarrollo. En 1048 fue fundada por Harald Hardrade, rey de Noruega desde 1046 hasta 1066, y prosperó como centro comercial y puerto, hasta convertirse en la capital de Noruega en 1299.
Fotografiar la ciudad de Ålesund
Rodeado de innumerables joyas naturales te espera la hermosa ciudad de Ålesund, que sufrió un incendio a principios del siglo XX obligando a sus habitantes a reconstruirla. Sus característicos remates puntiagudos, cúpulas y ornamentos la han convertido en uno de los ambientes modernistas más singulares de Europa. Muy cerca de esta hermosa ciudad se encuentran el fiordo de Sunnmøre, donde es posible admirar museos al aire libre o costeros, diseño de muebles y exhibiciones árticas, y Giske, con una espléndida iglesia de mármol de la época vikinga.
Mirar una y otra vez los fiordos noruegos
La naturaleza es la única protagonista de los fiordos noruegos, uno de los paisajes más sugerentes del mundo, apenas alterado por la mano del hombre y aún casi vírgenes. Algunos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se crearon hace varias eras glaciares debido al deslizamiento de las inmensas masas de hielo, que en aquella época cubrían el norte de Europa, por las laderas de las montañas y por los valles hasta ensanchar y sepultar los propios valles. El más conocido es el fiordo de Sogne que es el más largo con alrededor de 200 km, y el más profundo, y donde se halla además el mayor glacial de Europa, Jostedalsbreen, enclavado en el interior de un parque natural, cubierto por campos de hielo con un espesor de 300 metros, y cumbres de las que se desprenden 24 impresionantes lenguas glaciares.
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