¿Has pensado en pasar tus vacaciones en Jávea (Alicante)? La localidad y el área que la rodea te ofrecen múltiples opciones. Hemos seleccionado para ti las más interesantes para que no te pierdas nada y, sobre todo, para que tu experiencia sea mucho más completa. Toma nota de nuestras recomendaciones.
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Qué ver y hacer en Jávea
La ciudad se encuentra a la orilla del Mediterráneo al norte de la provincia alicantina. Antes de comenzar a explorar sus alrededores, ¿Qué te parece empezar conociendo todos sus secretos?
Su casco histórico es impresionante. Pregunta por la plaza de la iglesia para tomarla como punto de partida. En ella encontrarás el templo dedicado a Nuestra Señora de Loreto. Data de 1914 y es obra de Dexeus Beatty, García Ordóñez, Herrero Cuesta, Gómez Perreta y Bellot Port. Su diseño contemporáneo te sorprenderá.
El comercio de la zona es de lo más variado. La oferta de restaurantes te permitirá probar los platos más típicos a un buen precio. Tras comer, déjate llevar y sumérgete en el laberinto de calles estrechas que encontrarás a tu paso. Una de ellas es el callejón Estret, en cuyas paredes hay una enorme cantidad de flores y macetas.
No te preocupes, casi todas las calles llevan al mar por lo que prepárate para apreciar el paseo marítimo y el agradable ambiente nocturno. ¡Disfrutarás al máximo!
El puerto de Jávea
Cualquier ciudad costera tiene en su puerto uno de los espacios más imprescindibles. El que nos ocupa se construyó en el siglo XV y fue un siglo después cuando comenzó a ser clave para la zona. En el XIX fue de los más importantes del litoral mediterráneo gracias a la exportación de pasas. Tres décadas antes de la llegada del XX se remodeló. En la actualidad, se dedica exclusivamente al uso recreativo o profesional.
Te será fácil encontrar una amplia zona para pasear mientras ves los barcos atracados. Si te gusta el pescado, podrás comprarlo recién traído del mar en la pescadería del recinto. Aprovecha la ocasión para probar uno de los guisos marineros que se sirven en los bares y restaurantes junto al mar. Será bastante fácil que aprecies todos los matices de una cocina única, simple y de lo más sabrosa.
Antes de marcharte, visita la Casa del Cable, de 1860, donde podrás contemplar sus pilares originales y ver alguna exposición temporal. El puerto se encuentra en el barrio de Duanes de la Mar. Su sabor castizo y una oferta comercial en continua renovación te invitarán a conocerlo a fondo.
La playa del Arenal
Posiblemente, es el emblema de la ciudad y uno de los lugares más fotografiados. Tiene 480 metros de longitud y se encuentra justo en el centro de la bahía. Cuenta con todo tipo de servicios y es posible practicar deportes acuáticos.
Si viajas con tu familia, se convertirá en uno de los puntos clave de tus vacaciones. De hecho, es el epicentro de la actividad turística de la localidad durante todo el día. No tardarás en acostumbrarte a su tranquilidad y a la agradable temperatura del mar. ¿No buscabas un paraíso? ¡Ya lo has encontrado!
Las calas en Jávea
Tu destino combina las playas familiares con otras de menor aforo que son, sin duda, las más reconocidas y apreciadas. Repasamos algunas de las más interesantes. No olvides llevar un calzado que te proteja de las rocas y un buen protector solar.
Cala Granadella
En temporada alta debes llegar temprano para evitar aglomeraciones. Podrás aparcar en la parte de abajo. Comienza tu ascenso para ir admirando la cala desde arriba. Cuando accedas a la arena comprobarás que estás en un enclave privilegiado.
El castillo que le da nombre se construyó en el siglo XVIII. Su parte exterior está forrada de piedra sin pulir. Eran tres los hombres que habitaban en su interior. Como única defensa tenían dos cañones y la posibilidad de saber cuándo se acercaba una embarcación con el tiempo suficiente para reaccionar.
En lo que respecta al paisaje, la montaña llega hasta la arena, hay una zona para practicar deportes acuáticos y el mar está cristalino. ¿Se puede pedir más?
Cala Barraca o Portitxol
Recibe su nombre de las casas de pescadores que encontrarás en ella. El aparcamiento se llena con mucha facilidad. Puedes dejar tu coche, si así lo prefieres, en el mirador La Creu de Portitxol. Está a diez minutos y tendrás que descender por senderos silvestres. Es un lugar encantador que seguro que te sorprende.
Cala Ambolo
Si lo que buscas es una cala de acceso complicado y con muy poca gente, esta es la tuya. Tienes que llevarte la comida y la bebida porque no hay ningún chiringuito. La bajada por un camino bastante agreste y su innegable belleza te enamorarán a primera vista.
Cala Pope o Tangó
Está muy cerca del puerto de Jávea. Desde su restaurante puedes llegar, con marea baja, caminando cómodamente. Tiene tres zonas diferenciadas marcadas por su orografía. Te será bastante fácil encontrarla vacía a algunas horas. ¿Vas a negarte a disfrutar de una experiencia tan irrepetible?
Los miradores en Jávea
Son múltiples, por lo que vamos a comentar las características de tres de los más visitados. El resto tendrás que descubrirlos durante tus vacaciones.
Cap de la Nau
Está entre el golfo de Valencia y el de Alicante y solo a 85 kilómetros de Ibiza. En sus inmediaciones está la Cova dels Orguens, encontrada en el siglo XVIII por un vecino.
Su faro tiene unas dimensiones de 20 metros de alto y está en funcionamiento. Antes de su construcción, a principios del siglo XX, la zona se usó para realizar unas pruebas de telegrafía con la isla de Ibiza.
Cap Negre
El pino carrasco y los acantilados son el decorado ideal para esta maravilla de la naturaleza. Los senderos laterales te llevan a la cueva de La Mina y del Tabaco. ¿Te imaginas cuántas aventuras se han vivido en ellas?
Séquia de la nòria
Consiste en un canal que se excavó sobre la zona. Se usó ya por los romanos para controlar la entrada de agua en las salinas del Saladar. Posteriormente, se añadió la noria. Se accede con facilidad.
El parque natural del Montgó
Con 2117 hectáreas de extensión es el refugio de aves migratorias, reptiles y anfibios. También podrás encontrar más de 600 tipos de plantas. Su altura máxima es de 753 metros. Recibe su nombre del gran peñón que, posiblemente, es el punto más reconocible de la ciudad.
Hay restos del paso del hombre por esta zona desde el Paleolítico. Cada civilización ha ido dejando su impronta tal y como tendrás la opción de comprobar. Para que te sea más fácil conocer todos sus secretos, te aconsejamos que no te pierdas la visita a los siguientes puntos.
Cabo de San Antonio
Fue en el siglo XIV cuando 12 monjes eligieron las cuevas santas, bajo el cabo, para meditar. Posteriormente, hicieron lo mismo algunas religiosas. Jaime de Aragón les permitió construir una ermita en honor a San Antonio en la zona.
Alberga la reserva natural de fondos marinos homónima. No dudes en pasear hasta el faro porque las vistas de la costa de Jávea son bellísimas. Muy cerca tienes el L’illot de la Mona. Su extensión es inferior a los 700 metros cuadrados y apenas tiene 15 de altura.
Es importante porque es donde hay más microrreservas de flora (20 hectáreas en las que se siembran las plantas con mayor riesgo de desaparición). Su paisaje sin adulterar te encantará.
Cova tallada
Está en la parte inferior del cabo. Tiene 75 metros de ancho y 15 de alto. Los musulmanes usaron la zona como cantera, por lo que fueron tallando la roca. El mar entra directamente en su interior. Es posible pasear por su estructura superior.
Admirar su diseño es algo que debes vivir en primera persona. Dependiendo de la época del año deberás reservar tu plaza. No lo dudes porque es una de las atracciones turísticas más importantes de Jávea.
Molinos de la Plana
Se encuentran en la zona del Trencall de la Plana. El primero de once se construyó en el siglo XIV para aprovechar mejor el viento del suroeste que suele arreciar en la zona.
Se usó madera de carrasca para construir su estructura interna. Incluían unas muelas circulares de piedra. Los molinos no conservan su cubierta y tampoco las aspas. Cada construcción presenta un nivel de conversación distinto.
La visita es de alto interés porque te permite viajar en el tiempo con enorme facilidad. Las vistas del cabo de San Antonio y durante el recorrido hasta llegar a ellos convierten esta excursión en algo fundamental para completar tu estancia.
No tienes ya excusa alguna para no pasar tus vacaciones en Jávea (Alicante). Elige entre las opciones anteriores para conocer mejor la historia y la evolución de una localidad que no deja de equilibrar su pasado con la modernidad. Te sentirás como en casa en todo momento. Su clima y su gastronomía te ayudarán a tomar la mejor decisión sobre tu próximo viaje. ¡Jávea te espera!
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