De México a Honduras, una ruta memorable para los aficionados a la historia que recorre los vestigios mayas más antiguos y mejor conservados de América.
Día 1: Palenque – México
Pese a ser una ciudad que se encontraba abandonada cuando fue descubierta por un grupo de misioneros, de Palenque se conoce toda su historia gracias a las magníficos relieves de los edificios, en lo que se pueden admirar los rostros de los gobernantes, acercarse a la vida cotidiana y admirar sus obras más destacadas. En la ciudad de Palenque, ubicada al norte de Chiapas, durante el reinado de Pakal, que estuvo en el trono sesenta y ocho años, y Chan Bahlum, quien mandó dieciocho, florecieron las artes y se levantaron elegantes edificios, dignos de admiración. Pero, sin duda, uno de las construcciones más significativas es el Templo de las Inscripciones, con 22,8 metros de altura. Esta imponente pirámide, considerada la mejor obra de Pakal, está compuesta por ocho terrazas y una escalera que lleva al piso de arriba, donde se hallan cinco puertas separadas por cuatro pilastras embellecidas con estuco. Todas estas puertas conducen a una gran cámara abovedada, en cuyos paneles se pueden apreciar la segunda inscripción más larga de la cultura maya. Aunque la gran joya de este templo es la Tumba de Pakal, escondida bajo una losa del piso interior y cubierta con una lápida de caliza tallada. En la piedra que cubre el sarcófago se escenifica en la parte superior derecha la muerte del rey y su caída al Inframundo con kin (que significa día, sol), y en el extremo izquierdo la noche o la oscuridad (akbaal).
Día 2: Uxmal – México
En Uxmal, conocida como “la tres veces construida”, se conservan las construcciones más imponentes de arte puuc. La estructura más destacada de Uxmal es la Casa del Adivino, que, según una antigua tradición maya, fue erigida por un enano y su madre en una sola noche. En realidad esta obra, que tiene la peculiaridad no sólo de su altura, mide más de 35 metros, sino también que no tiene ninguna esquina, se levantó en cinco etapas y su escalinata mira al oriente, es decir, hacia la puesta de sol en el solsticio de verano. El Palacio del Gobernador es una de las edificaciones más bellas de Mesoamérica y un extraordinario observatorio. Probablemente cientos de escultores y artesanos trabajaron en la construcción del su magnífico mosaico geométrico en piedra, así como en sus hermosas esculturas del dios de la lluvia Chac, serpientes y símbolos. De este recinto también cabe mencionar cuatro edificios alargados ubicados alrededor de un patio, conocidos como el Cuadrángulo de las Monjas.
Día 3: Chichén Itzá – México
Antes de llegar a este bello emplazamiento, se puede observar desde lejos la imponente pirámide de Kukulcán o el Castillo, una majestuosa obra piramidal escalonada que cumple al mismo tiempo varias funciones; es un instrumento que mide el movimiento de los astros, un símbolo sagrado y un monumento arquitectónico. Al este de la plaza se levantan el Templo de los Guerreros, cuyo nombre proviene de los guerreros con indumentaria tolteca que aparecen tallados en los pilares del pórtico que le precede y en los que resistían el tejado del templo, y el grupo de las Mil Columnas, esculpidas en bajorrelieve. Ambos edificios eran los únicos que disponían de grandes espacios interiores y sus esculturas de jaguares y águilas se cree que podrían simbolizar soldados de dos bandos distintos.
Día 4: Tulum – México
Tulum ya no es esa floreciente ciudad portuaria que alcanzó su máximo poder en el período Posclásico del Imperio Maya, entre el siglo IX y el XVI, pero si conserva su misterio y sus bellas pinturas murales realizadas para decorar los interiores de sus edificios. Tulum o Zamá, según las leyendas mayas, fue la ciudad en la que los sacerdotes-astrónomos veían nacer a Venus como estrella vespertina y, al mismo tiempo, como estrella de la mañana. Lo mejor de la ciudad de Tulum es su ubicación, elevada sobre un acantilado, de ahí que tuvieran que levantar una muralla para protegerse de los enemigos. En torno a la plaza se encuentran el Templo de los Frescos, donde se puede apreciar pinturas del siglo XV en las que el tema principal es el maíz; el Gran Palacio, en el que sobresale su galería de columnas; y el Castillo, cuyo faro señala el único paso a través del arrecife.
Día 5: Xunantunich – Belice
Levantada en la cima allanada de una colina, muy próxima a la orilla del río Belice y de la frontera guatemalteca, Xunantunich cuenta con seis plazas rodeadas por alrededor de veinte templos, adornados con espectaculares estelas y escondidos tras la frondosa vegetación de la zona. El castillo, la obra arqueológica más misteriosa del yacimiento es una pirámide de casi 40 metros decorada en la parte oriental por un friso de estuco embellecido con diseños abstractos, rostros humanos y cabezas de jaguares.
Día 6: Uaxactún – Guatemala
La primera pirámide maya se construyó poco antes del nacimiento de Cristo, en Uaxactún (Guatemala). Actualmente se conserva en perfecto estado gracias a que fue cubierta por completo por una pirámide de mampostería durante años. Este majestuoso monumento está adornado con dieciséis mascarones de estuco de gran tamaño y con cuatro escalinatas.
Día 7: Quiriguá – Guatemala
Este yacimiento arqueológico sobresale por sus imponentes estructuras verticales, una de ellas llega a alcanzar los 11 metros de altura y se erigió en honor a Cauac Cielo. El fin de estas fastuosas construcciones, realizadas en arenisca, era recordar los hechos trascendentes de cada mandatario, así como acontecimientos políticos y militares. La imagen del rey, vestido con sus mejores prendas y adornos, y rodeado de dioses y animales sagrados, aparecía en cada monumento. El monumento más sorprendente es la estela E, que pesa 65 toneladas, mide 10 metros de alto y sus ocho esculturas ocupan ocho metros. En el extremo sur se encuentran los palacios de Cauac Cielo y Jade Cielo, el último rey de Quiriguá.
Día 8: Joya de Cerén – San Salvador
Hace aproximadamente 1.400 años el pueblo maya de Joya de Cerén (a unos 35 km al oeste de San Salvador) fue arrasado durante algunos días por la lava del volcán Loma Caldera y quedó sepultado bajo una gruesa capa de 4 a 6 centímetros. Ya sea por carbonización o por la mineralización parcial, se conservaron diferentes materiales orgánicos, como la madera, frijoles y plantas de los cultivos. Esta erupción obligó a los habitantes de Joya de Cerén a huir del lugar sin sus pertenencias. Recientemente se han descubierto en este valioso yacimiento viviendas, bodegas, huertos y milpas con patrones de siembra parecidos a los utilizados hoy en día y que demuestran que eran una sociedad muy organizada. Otros de los hallazgos son un temascal (una clase de baño sauna) y la vivienda de un curandero.
Día 9: Copán – Honduras
Al oeste de Honduras se alza la inmortal ciudad de Copán, que atesora ocho templos, cada uno de ellos levantado sobre las ruinas del precedente. El rey Yax Kuk Mo, que gobernó hacia el año 426 d.C., y sus dieciséis descendientes levantaron las valiosas estelas, esculturas y edificios, aunque su principal legado monumental es la Escalera Jeroglífica, de los que se conserva algunos peldaños, ya que se han ido cayendo a lo largo de los años y sólo una parte de los más de mil bloques de piedra esculpida descubiertos en su estado primitivo. La Escalera Jeroglífica es el texto labrado más largo de América y, según estudios recientes, fue realizado por Humo Concha para inmortalizar la vida de sus antepasados.