Turista, primera clase, clase ejecutiva ¿en qué se diferencian?
Cuando hacemos viajes en avión tenemos que escoger entre realizarlos en primera clase, en clase ejecutiva o en clase turista. Muchas veces basamos esta decisión solo en el precio de las tarifas. Escogemos vuelos baratos y no nos paramos a pensar en qué es lo que incluye cada tipo.
Por ello, queremos ofrecerte la máxima información posible sobre el tema para que la próxima vez que te veas en esta tesitura veas facilitada tu decisión.
1. La famosa clase turista: ¿solo vuelos baratos?
Esta es la clase más utilizada, debido a que es la que más económica. Pero, ¿qué es lo que nos ofrece a un precio tan reducido?
En primer lugar, el espacio disponible para cada pasajero no suele caracterizarse por su amplitud. Normalmente, oscila entre los 72 a 86 cm de longitud y unos 43 cm de anchura, por lo que si tienes las piernas largas… tendrás un problema. Sobre todo, en vuelos largos, donde puede ser que al final ya hayas dejado de sentir tus extremidades.
Normalmente, la clase turista no incluye todos los extras, con los que sí se suelen contar en las otras tarifas. Te hablamos de: enchufes en el asiento, servicio de wifi incluido, bolsa de aseo personal, pantallas de televisor para el entretenimiento durante el vuelo o alguna comida o bebida.
Clase turista superior
Existe una variante de la clase turista: la conocida como clase turista superior. Lo cierto es que para el incremento de precio que supone, mejoras… pocas.
Como mucho, tendrás derecho a acceder a una sala vip en el aeropuerto mientras esperas entre vuelo y vuelo. También, una plaza ligeramente más amplia que la de la clase turista, pero tampoco existe una diferencia abismal.
En algunas compañías contarás también con pantallas para entretenerte durante el vuelo. También te ofrecerán alguna bebida de cortesía o algo para picar.
2. La clase ejecutiva
Cuando pruebas esta clase… ¡no quieres volver jamás a la clase turista! El problema, claro está, es el precio extra.
En esta clase la mejora es sustancial. Tendrás derecho a bebida y comida gratis, la cual no es servida de la forma en la que te esperas. En este caso, tendrás cubiertos de porcelana y metálicos, como si estuvieses en tu casa.
Además, los asientos suelen ser reclinables o incluso pueden convertirse en camas, por lo que pasarás un trayecto de lo más agradable.
En el mejor de los casos, podrás contar con tu propio chófer que te recoja en tu domicilio. ¡Todo un lujo!
3. Primera clase
Y llegamos por fin al colofón… ¡la primera clase!
Aquí el precio sigue aumentando hasta llegar a su máximo. No es para menos, con todo lo que ofrece.
Los asientos, más que asientos, son camas, en un espacio propio para cada pasajero. Por supuesto, toda la comida (cocinada por chefs que cuentan con Estrellas Michelín) y la bebida están incluidas. También dispondrás de una atención personalizada por parte de la tripulación, que atenderá con la máxima celeridad cada una de tus peticiones.
Ahora que conoces las diferencias entre las tarifas, ¿por cuál te decides para tus próximos viajes en avión?