Frente al tacón de la bota de Italia se encuentra el maravilloso y a su vez desconocido país de Albania. Este país balcánico es uno de los menos conocidos del continente europeo. Y tal vez, gracias a eso, el país ha conservado con mayor pureza sus espacios naturales y su patrimonio arquitectónico. Albania ofrece a sus visitantes lugares únicos por donde han pasado griegos, ilirios, romanos, bizantinos y otomanos. Todos dejaron sus influencias en las ciudades y en las costumbres albanesas. Muchos de sus tesoros siguen ahí, esperando para hechizarte en tu próximo viaje a Albania.
Las tres ciudades que no te puedes perder
Si tenemos que escoger las ciudades clave para descubrir Albania es mejor empezar por las tres más importantes, cuyo pasado es más rico y con más lugares para visitar. La primera es Tirana, su capital, con una población de unos 800.000 habitantes. Los vuelos a Albania llegan al aeropuerto Rinas, que oficialmente se llama Aeropuerto Internacional de Tirana Nënë Tereza (dedicado a la Madre Teresa de Calcuta, que era albanesa). Si llegas en avión, esta será tu puerta de entrada a un país sorprendente.
Tirana
Es la capital albanesa desde 1920, no hace ni un siglo. Y es que Albania se independizó del Imperio otomano en 1912, pero Tirana tiene un pasado mucho más lejano. Se cree que sus primeros pobladores se establecieron allí hace unos 30.000 años.
La Tirana de hoy tiene un punto neurálgico situado en el corazón de la ciudad: la plaza Skanderbeg. Su nombre recuerda al personaje más querido por los albaneses, el militar Gjergj Kastrioti Skanderbeg, que fue capaz de impedir la invasión otomana a mediados del siglo XV. A su muerte, los otomanos ocuparon el país hasta la ya citada independencia en el siglo XX.

En esta plaza apacible y muy amplia encontrarás varios lugares que debes visitar. Dos de ellos son museos: el Museo Histórico Nacional y el Museo Arqueológico Nacional. También tienes la famosa mezquita Et’hem Bey, de 1823, junto a la Torre del Reloj que se erigió un año antes. Muy cerca tienes el Gran Parque de Tirana, un espacio verde con un lago artificial que es muy visitado por turistas y residentes.
Pero para conocer la capital tienes que recorrer sus caóticas calles y acercarte a su mercado, un auténtico bazar oriental en el que podrás regatear y llevarte algún artículo local a buen precio.
Gjirokastra, la ciudad de las piedras
Gjirokastra o Gjirokastër es el nombre de otra población importante, situada al sur del país y que solo tiene 25.000 habitantes. Puede llamar la atención que con tan pocos habitantes sea un lugar destacado. Sin embargo, Gjirokastra es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco gracias a su centro histórico. Esta localidad también es famosa por ser la cuna de dos personajes importantes del país: el antiguo presidente Enver Hoxha y el escritor Ismail Kadare, que fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2009.

La ciudad-museo de Gjirokastra adquirió la distinción de la Unesco en 2005, definiéndola como un “raro ejemplo de pueblo otomano bien conservado y construido por terratenientes”. En el lugar, situado en la ladera de una colina, podrás ver la llamada arquitectura balcánica en sus pequeñas casas de piedra. Este material se usaba para regular la temperatura interior de las viviendas. Por esta razón, la localidad también se conoce como «la ciudad de las piedras».
Berat, la ciudad de las mil ventanas
Como tercera ciudad hemos dejado la más curiosa. A 120 km al sur de Tirana está Berat, conocida como «la ciudad de las mil ventanas» porque las fachadas de sus viviendas están plagadas de ventanales. En 1961, el Gobierno albanés la denominó ciudad-museo, y la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en 2008, tres años después que Gjirokastra.
La población se desarrolló junto al río Osum y fue una importante población en el periodo otomano. Se hizo famosa como centro artesanal especializado en la talla de madera. Sus casas blancas parecen trepar por la colina desde la ribera del río.

En la población hay un antiguo castillo que es el principal punto de interés para el visitante. Tras las murallas de la fortaleza encontrarás viviendas, iglesias bizantinas, mezquitas y restaurantes. Un escenario lleno de vida que evoca épocas pasadas.
Y la naturaleza
Además de estos tres espacios urbanos de interés cultural y arquitectónico, Albania esconde secretos naturales que puedes descubrir en tu próximo viaje. Entre ellos destacan estos cuatro lugares muy especiales.
Cascadas en Grunas
En la zona de Grunas, en el parque nacional de Teth, tienes muchas alternativas para hacer senderismo. Una de esas opciones es visitar las cascadas que se encuentran en esta parte de los Alpes Dináricos. Este parque también es casa del lince europeo y su cielo lo surcan los buitres leonados.
Blue Eye
Este monumento natural también es un espacio digno de visita y, de hecho, es una de las mayores atracciones turísticas albanesas. Se trata de una piscina natural en cuyas aguas azules se pueden ver burbujas formadas por el aire que asciende desde las profundidades. Nadie sabe aún cuál es la profundidad real porque los buzos solo han podido llegar hasta los 50 metros.
Lago Skadar
Este lago que Albania comparte con Montenegro tiene una historia antigua, con pobladores que habitaban sus orillas hace más de dos mil años En la Edad Media, los monjes se dedicaban a copiar libros recluidos en algunos de sus 50 islotes. Hoy es un espacio protegido y en él viven más de 270 especies de aves. Sus paisajes son impresionantes.

Ríos azul turquesa
Bordeando la carretera de Përmet también encontrarás paisajes dignos de ver. Una llamativa mezcla de colores, con el verde de las altas montañas, el azul turquesa de los ríos y el blanco de los arenales.
Para finalizar tu viaje, recuerda que este país no tiene un gran desarrollo de la industria turística. Sin embargo, encontrarás hoteles en Albania con todas las comodidades. Además de la hospitalidad de sus gentes, que están deseando enseñarte las riquezas de su país y la belleza de su naturaleza pura.
Bonito sitio para conocer