Hotel Eurostars Residenza Cannaregio

La Residenza Cannaregio es un bello alojamiento en el que se combina la arquitectura típicamente veneciana con las instalaciones y comodidades más modernas. El hotel, de cuatro estrellas, se levanta sobre un antiguo monasterio. Como curiosidad, cabe citar que hasta aquí se puede llegar directamente en góndola al ubicarse en uno de los barrios más longevos y con más belleza de la conocida y enigmática ciudad de Venecia. 

Terminada de restaurar en 2003, la actual residencia consta de dos plantas y 66 habitaciones, 39 de las cuales son suites. La recepción, por su parte, abre durante las 24 horas del día.

En recepción se prestan los servicios de guardarropa y caja fuerte con el fin de poner a buen recaudo los objetos de valor. En el bar se sirven bebidas y aperitivos variados, mientras que en el restaurante los huéspedes tendrán la oportunidad de degustar delicias gastronómicas propias de Italia. Además, para los más pequeños, existen sillas altas.

En cuanto a comodidad, las diferentes plantas de la Residenza Cannaregio se comunican igualmente entre sí mediante un práctico ascensor. En las salas de reuniones aquellas personas que las necesiten por motivos laborales podrán desarrollar a fondo su trabajo.

Otras de las prestaciones esenciales del hotel residen en la lavandería y la atención médica, lo que aportará, sin duda, una gran seguridad al viajero. En lo referente a las compras, en un radio de 100 metros, no faltan las tiendas y comercios tradicionales donde adquirir souvenirs. Sucede algo parecido con el transporte, dado que a escasa distancia se sitúa también una estación ferroviaria, y al aeropuerto de Venecia está a tan solo unos 12 kilómetros de distancia. Se deja a opción del visitante la media pensión o la pensión completa. Debes tener en cuenta también que las comidas se sirven en modo bufé.

La Residenza Cannaregio está ubicada en el número 3210 de la calle dei Riformati, en Venecia. Situada frente a un canal, a ella puede llegarse tanto en taxi como en góndola. Además, una parada de autobús acuático se encuentra a 100 metros, mientras que las estaciones de San Marcuola o Riva de Biasio lo están a unos 600. Por su parte, el aeropuerto más cercano es el de Venecia, a 6,4 kilómetros. También existe un aparcamiento público en Piazzale Roma.

En líneas generales, en los alrededores abundan los comercios, los bares y los restaurantes, a pesar de situarse la residencia en un lugar realmente tranquilo de la antigua judería. Ocurre algo semejante con los principales puntos turísticos de la ciudad. Así, el puente de la Constitución, el palacio Grassi o La Fenice se encuentran en un radio aproximado de un kilómetro y medio.

Puente de Rialto

?El puente dista unos 15 minutos andando del hotel y es el más antiguo de la ciudad de Venecia de los cuatro que cruzan el Gran Canal. Sus orígenes se remontan al siglo XII aunque fue progresivamente remodelado con el pasar del tiempo. De hecho, tuvo que ser prácticamente reconstruido en el XVI durante la revuelta de Bajamonte Tiepolo. La actual construcción se compone de un solo arco y dos rampas inclinadas que se cruzan en un pórtico.

Se considera un diseño realmente audaz y muchos todavía se asombran de que siga en pie. Constituye uno de los referentes turísticos de la ciudad de Venecia, con la peculiaridad de que rompe con la tradición arquitectónica de la mayoría de puentes de arco de medio punto.

Plaza de San Marcos

La que es la única plaza de Venecia se encuentra a 25 minutos escasos de la Residenza Cannaregio. Repleta siempre de fotógrafos y turistas, con ella es fácil sufrir el síndrome de Stendhal. No en vano, aquí se alza también la basílica de San Marcos, su grandioso campanario y el Palacio Ducal. Los siguen la Torre del Reloj, el campanario de San Marcos o la Biblioteca Marciana.

Además, toda esta belleza se puede contemplar cómodamente sentado en alguna de las múltiples cafeterías de sus soportales. También en esta área se alzan los museos de Arqueología y el Correr. Y aunque muchas veces se inunde cuando sube la marea, al situarse en una de las zonas más bajas de Venecia, siempre ha sido capaz de volver a la superficie.