La privilegiada situación de A Quinta de Agua, en un entorno tranquilo, muy cerca de Santiago de Compostela, es una garantía para los huéspedes que decidan alojarse aquí. Hay aparcamiento gratuito privado dentro del propio establecimiento. En la recepción, que está abierta las 24 horas del día, hay servicio de guarda-equipaje y caja fuerte, y podrás consultar de primera mano la gran riqueza monumental e histórica de la ciudad de la mano del personal, que además es políglota.
Sus instalaciones de spa son de primerísimo nivel. Ofrecen terapias manuales de todo tipo y también existe la posibilidad de disfrutar de un circuito privado de spa, para descansar con toda la intimidad del mundo. El equipo de terapeutas de A Quinta da Auga está especializado en tratamientos personalizados y en programas para mujeres embarazadas, todos inspirados en la medicina tradicional china y la ayurveda.
Las habitaciones, tanto las dobles estándar y superiores como la suite, garantizan una máxima comodidad a los huéspedes. Cuentan con acceso directo al spa. El esmero de la rehabilitación ha dado sus frutos, con un aislamiento térmico excepcional. Todos los cuartos cuentan con nórdicos y fundas de algodón egipcio. El sistema de enfriamiento y calefacción, regulado por el suelo radiante, aprovecha la energía residual con un mecanismo de cogeneración.
A nivel gastronómico, el restaurante Filigrana aporta su grano de arena a la excelencia del hotel. Pescados, mariscos, carnes y hortalizas gallegas de primera calidad, preparadas con mimo y esmero y regadas con los mejores vinos. La oferta la completa el QCafé, un bistrot de ambiente francés abierto durante casi todo el día.
La calidad de A Quinta da Auga se extiende a todos los aspectos de la estancia. Así, hay terraza y jardín exterior, servicio de despertador, posibilidad de alquilar bicicletas y coches, servicios de lavandería, planchado y limpieza en seco (en los tres casos, previo pago) y admite mascotas.