El Apollo Hotel de Londres es un establecimiento galonado con dos estrellas, emplazado en Queensborough Terrace, en el distrito de Bayswater. Su emplazamiento privilegiado es uno de los mayores y más convincentes atractivos del hotel: sus huéspedes gozarán de una muy ventajosa conexión con la red de metro, concretada en la cercanía a las estaciones de Queensway y Bayswater. Se trata, además, de una de las zonas más cosmopolitas de Londres; el viajero tendrá oportunidad de conocer de primera mano el crisol de culturas que es la urbe londinense.
El edificio del Apollo cuenta con años de historia y experiencia a sus espaldas, pues fue erigido ni más ni menos que en el año 1900 como edificio estatal. Su construcción siguió el llamado estilo gregoriano, que domina en muchas de las edificaciones del barrio que lo circunda. El huésped se alojará, pues, en un pedazo vivo de la historia moderna de la capital británica.
Sus instalaciones, por otra parte, y como cabría inferir de lo mencionado anteriormente, no son ningún alarde de modernidad: si bien este hecho no es del gusto de algunos clientes, ello no es óbice para que el visitante de Londres pueda gozar de un descanso confortable y reposado en el Apollo a su visita a la ciudad. El Apollo, además, presta sus servicios de alojamiento a un precio extraordinariamente económico, alejado de las desorbitadas tarifas que son habituales entre los establecimientos de la metrópoli británica. Se trata, en suma, de un alojamiento adecuado para viajeros que primen su visita a la ciudad sobre un alojamiento suntuoso.
Por otra parte, el hotel no permite a sus huéspedes fumar en ningún punto de su recinto, por lo que aquellos clientes que necesiten hacerlo deberán salir a la calle para satisfacer esa apetencia. Tampoco estará tolerada la estancia en el hotel de mascotas o animales de compañía de ninguna índole.