El Meliá Benidorm se divide en dos edificios con un total de veintitrés plantas y quinientas veintiséis habitaciones con orientación hacia el sur y con terraza privada. Cuatro suites junior y dos con bañera redonda y ducha de hidromasaje completan la oferta del establecimiento. En todos los casos contarás con unas magníficas vistas de la costa de Benidorm. La decoración del hotel y la apuesta por convertirse en un edificio sostenible -que se observa en el uso de luz natural- son dos de sus características más destacables.
Con una superficie de dos mil quinientos metros cuadrados, tiene capacidad para hasta mil personas. Este hotel del Rincón de Loix es uno de los más clásicos de la localidad gracias también a su magnífico jardín, de nueve mil quinientos metros cuadrados, que lo convierte en un oasis digno de visitar. Su ubicación cercana a los puntos de interés, la garantía de calidad de Meliá y un esfuerzo conjunto de toda su plantilla por agradar al cliente en todo momento son las señas de identidad de este gran hotel.
Su amplia oferta gastronómica, y de ocio, para todas las edades, es el complemento perfecto para convertir tu estancia en una experiencia distinta. Descansar, relajarse, divertirse, comer bien, darse un masaje, disfrutar de sus piscinas y, en definitiva, tomar fuerzas para volver con más ganas a tu rutina diaria son las acciones que se podrán llevar a cabo en el hotel. Resulta muy difícil no conseguir justamente lo que se desea entre la interminable oferta de actividades que el hotel ofrece a sus huéspedes.
La rotundidad de su arquitectura y el concepto de gran hotel con trato personalizado son otras virtudes que convierten al Meliá Benidorm en uno de los hoteles más reservados en Benidorm en cualquier época del año gracias a su calidad y a su trato al cliente.