El hotel Riviera cuenta con un gran abanico de servicios, siempre pensados para que la estancia sea lo más cómoda posible. La recepción, abierta durante todo el día, es atendida por un personal muy amable y que domina diferentes idiomas. Desde allí, se te informa sobre los puntos de interés más cercanos y sobre cómo llegar a los que están más alejados de la zona pero que también merecen ser visitados. Además, ofrecen un servicio de aparcamiento de pago y wifi gratuito en la misma recepción.
El establecimiento tiene un servicio de tintorería, una cafetería abierta temprano por la mañana y una zona de ordenadores para ponerse en contacto con los familiares o amigos.
Cada mañana se ofrece un desayuno continental entre las siete y las diez de la mañana en el salón de desayunos. Si lo deseas, también puedes desayunar en la habitación. Los servicios de comida y cena deberán buscarse fuera del hotel. En recepción aconsejan sobre los puntos de restauración esenciales para conocer la gastronomía local. Existen varios tipos de establecimientos. Para los que se quieran rascar el bolsillo, los restaurantes tienen menú a la carta con platos tan parisinos como el foie gras o los escargots. Los bistrots ofrecen un servicio de comida más tradicional y suelen servir en la barra, aunque también disponen de mesas para el café. Pero si lo que se busca es calidad sin excederse en el precio, lo mejor es optar por las brasseries.
El Riviera tiene aire acondicionado en las zonas comunes. Las habitaciones disponen de un ventilador y son funcionales en todos los aspectos, cuidando la decoración y creando un entorno familiar. Todas ellas tienen televisión vía satélite y por cable, caja de seguridad y un set de planchado. Además, puedes elegir entre cuatro tipos de habitaciones: individual, cuádruple, triple y doble.
Este es el hotel perfecto para tus vacaciones perfectas.