El hotel Lopesan Baobab Resort, de categoría cinco estrellas, se ha
consolidado como un destino en sí mismo para el turismo nacional que disfruta de sus vacaciones en familia, por la singularidad de su arquitectura africana, sus impresionantes paisajes acuáticos de piscinas, ríos y cascadas, y por la gran calidad de sus servicios. Inspirado en el continente africano, en este hotel se unen embrujo étnico, modernidad y refinamiento.
La entrada principal conduce a los huéspedes por un pintoresco puente de madera hasta la recepción, atravesando un grandioso paisaje acuático de cascadas. Desde allí se accede a las habitaciones o al gran jardín de 56.000 metros cuadrados en cuyo centro se erige una gran choza africana de 21 metros de altura que alberga 1 restaurante y 1 bar.
Las zonas comunes están unidas por una extensa lámina de agua y surcada de pequeños puentes. Cuenta con nueve piscinas (todas ellas climatizables a diferentes temperaturas) que cubren una superficie total de 4.245 metros cuadrados, entre las que destacan un río lento, dos playas artificiales, piscinas con cascadas y grutas, y dos piscinas para niños y bebés.
La zona de ocio y recreo se enriquece aún más con un completo programa de animación que realiza numerosas actividades durante todo el día y parte de la noche. Los materiales utilizados para la decoración e interiorismo del hotel fueron esmeradamente elegidos, buscando el más apropiado para cada rincón. Así se puede apreciar en las paredes de los restaurantes-buffet, el revestimiento de coco natural y ladrillos de madera maciza, o incluso gres porcelánico francés en las piscinas.
En las habitaciones se buscó un acabado exquisito, con carpintería de gama alta de technal con aislamiento acústico. Otros materiales
presentes en el hotel son el bambú seco, el acero troquelado o morteros coloreados con adición de paja triturada simulando el adobe.