Grecia: Atenas y Crucero por las islas griegas de 4 días
Explora Atenas y date el capricho de un mágico crucero por el Egeo
Explorar circuitoGrecia: Atenas y Crucero por las islas griegas de 4 días
- Duración
- 7 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Seguro que nunca has vivido un fin de semana tan largo, apasionante y memorable. Te proponemos un plan que no podrás rechazar. Aterrizarás en pleno fin de semana en Grecia y los dos primeros días los dedicarás por entero a explorar todos los rincones de su capital. Pasea por la plaza Syntagma para contemplar el Parlamento y el antiguo Palacio Real, visita la Academia, la Biblioteca Nacional y el Estadio Olímpico donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna. Y para completar la visita guiada, sube hasta la famosa Acrópolis, donde podrás ver de cerca a las Cariátides del Templo Erecteion, el templo de Atenea Niké y el fabuloso Partenón.
“Después de conocer todos los secretos de Atenas, ¿qué te parece alargar tu fin de semana con un mágico crucero por las islas más bellas del Egeo?”
Y cuando parece que el fin de semana se acaba, ¿qué te parece extenderlo con un mágico crucero por el Egeo? ¡Pues súbete al barco y broncéate a babor! Tu recorrido arranca en la estilosa Mykonos, donde descubriremos la isla con más glamour de todo el Egeo. Tu siguiente escala está en Turquía porque allí se encuentra la ciudad clásica mejor conservada del Mediterráneo Oriental. ¡Vas a alucinar con la belleza de Éfeso! Después de visitar la casa de la Virgen María, harás una parada en Patmos para visitar el magnífico monasterio de San Juan Evangelista, con su espléndida iglesia bizantina y su gruta, aquélla donde supuestamente Dios instó a San Juan a escribir el Apocalipsis. Tu siguiente escala es Rodas, donde pasearás por las callejuelas medievales de su capital, llena de edificios de la época de los templarios. Y para concluir tu crucero, tendrás dos broches de gala. En primer lugar, atracarás en Herakleion, la capital de Creta, para acercarte hasta el excelso Palacio de Knossos, centro neurálgico de la civilización minoica. Y después, visitarás Santorini, con sus famosos perfiles urbanos de viviendas encaladas sobre el acantilado. ¡Bienvenido al bienvivir, querido viajero!
Vive experiencias únicas
¿Quieres visitar un museo de Atenas y sólo tienes tiempo para uno? No lo dudes y acércate al Museo Arqueológico Nacional. Sus más de 10.000 metros de exposición conforman la muestra más completa de toda Grecia. Es tan grande que tienes dos opciones: o lo visitas varias veces o haces una selección antes explorarlo. Ten en cuenta que los restos están ordenados de forma temática, no cronológica, y que vas a encontrar de todo: cerámicas, frescos, joyería y objetos de toda clase y condición desde el Neolítico hasta la época clásica.
Una de las grandes atracciones es la colección de antigüedades micénicas, como la famosa Máscara de Agamenón o las tazas de oro de Vaphio, pero tienes muchas más. Y es que desde que se creó en 1891 el museo ya nació con vocación de ser espectacular. Su primera colección ya era enorme, después de reunir todos los restos que hasta entonces estaban diseminados por Atenas. En 1939 incluso ganó espacio, pero la Segunda Guerra Mundial inició después una época más bien convulsa: primero se ocultó bajo tierra para protegerlo, después vivió varias décadas de reorganización y, cuando todo parecía volver al orden, un terremoto dañó en 1999 el espléndido edificio neoclásico que alberga su colección. Es decir, que hasta 2009 no se puede decir que haya estado en pleno funcionamiento así que, ¡aprovecha y disfruta!
¿Quieres empaparte de la cultura griega desde el principio de los tiempos? ¿Buscas una perspectiva más amplia y no sólo centrada en la época clásica? Pues apunta el Museo Benaki entre tus visitas obligatorias. La ingente colección de arte acumulada durante 35 años por el millonario griego Antonis Benakis, cedida al Estado desde hace años, incluye artesanía griega, pintura, joyería, trajes típicos locales y objetos históricos que abarcan más de 5.000 años, desde el Neolítico hasta el siglo XX.
En este museo vas a encontrar de todo, aunque no debes perderte el precioso icono de Santa Ana con la Virgen, el retrato de El Faiyúm, el copón de plata o la talla de decoración en madera que procede de una sala de recepciones de una mansión de Macedonia. Busca también los variados restos de la Edad del Bronce hallados en Micenas y Tesalia, los ejemplos de mobiliario religioso de Asia Menor, dos obras tempranas de El Greco y una impresionante colección de vestidos regionales griegos. Y por último, no pases de largo del recinto, porque es una elegante mansión de arquitectura neoclásica que, ya de por sí, merece una visita.
Es la puerta de Propileos y es lo primero que verás cuando te acerques a la Acrópolis. Ella es la monumental entrada al más monumental de los recintos de Grecia y será la primera y excelente impresión que te encontrarás antes de adentrarte en la Acrópolis. Los propileos están formados por un edificio rectangular central con dos alas a cada lado y un techo pintado de azul oscuro con estrellas doradas.
El ala norte era una pinacoteca y el ala sur, la antecámara del templo de Atenea Niké. Su construcción data de la prolija época de Pericles, aunque las obras se pararon por la guerra del Peloponeso –la primera muesca de su convulsa historia-. Cuando la cruces, no tengas prisa por llegar al Partenón y disfruta, porque no puedes perderte ningún detalle. Por ejemplo, ¿sabías que los Propileos están alineados con el Partenón? Y es que fue el primer edificio en el mundo que se construyó bajo esta circunstancia, es decir, pensando en otro. No te pierdas tampoco las cicatrices y reformas que luce como consecuencia de su intensa historia, como los añadidos a partir del siglo XIII por los diversos ocupantes o las reformas entre 1909 y 1917 y de nuevo tras la Segunda Guerra Mundial.
Si la puerta Propileos pudiera hablar te contaría mil y una historias porque le ha pasado de todo. Ha sido residencia del arzobispo, palacio franco, fortaleza y arsenal turco. En 1645, un rayo le provocó graves desperfectos y poco después, en 1687, otro hizo explotar el polvorín turco cuando los venecianos sitiaban la ciudad, lo que dañó notablemente toda la Acrópolis.
Dicen que es la isla con más glamour de toda Grecia. Y no es para menos, porque Mykonos lleva décadas acogiendo a los famosos de la jet set griega y mundial, que la han convertido en la isla más estilosa del Egeo, además de otorgarle una intensa vida nocturna y una excelente reputación en el mundo gay. Además de estos atractivos, tu experiencia por Mykonos no puede perderse su capital y sus excelentes playas.
Comienza perdiéndote en el laberíntico casco histórico de Hora –también llamada Mykonos- un estrecho amasijo de callejuelas empedradas que serpentean entrecasas encaladas y donde resulta bastante difícil no perderse. Después de bucear por las tiendas y bares, coge el bañador, la toalla y el protector solar y visitar alguna de las playas de arena dorada y aguas transparentes con las que cuenta la isla. Las tienes repartidas por todo Mykonos, aunque si puedes alejarte un poco de la capital, evitarás las más atestadas. Y para poner la guinda a tu recorrido, vuelve a Hora y acércate al precioso barrio de la Pequeña Venecia. Prepara la cámara porque el atardecer es sublime…
No pienses que eres torpe con los mapas o que tu sentido de la orientación es horrible: es normal perderse en el laberinto de callejuelas de Hora. Para evitarlo, un truco: familiarízate lo antes posible con las tres calles principales -Matogianni, Enoplon Dynameon y Mitropoleos-, que forman una especie de herradura detrás del puerto. Ellas te servirán de referencia para no dar más vueltas de las necesarias.
Encontrarás una pequeña iglesia bizantina con un constante ir y venir de peregrinos en medio de un entorno tranquilo y apacible. ¿Es realmente la última morada de la Virgen María antes de su Ascensión, como plantean los ortodoxos?
Pues como suele ser habitual, no se confirma ni se desmiente, así que no podrás saberlo con exactitud. Sea como fuere, la tradición sitúa en este lugar cercano a Éfeso la casa donde Juan el Evangelista acompañó a la madre de Jesús huyendo de la persecución de Jerusalén. Siglos después, la religiosa alemana Ana Catalina Emmerick tuvo una visión de la Virgen en su vivienda sin haber visitado nunca el lugar. Y en 1896 el papa León XIII visitó la iglesia –copia en pequeño tamaño de la de los Santos Apóstoles de Constantinopla- y de esta forma le concedió al lugar la condición de punto sagrado para la cristiandad. De hecho, la iglesia lo considera lugar oficial de peregrinación. Y es que, antes de que tú, también lo visitaron otros papas como Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Si ves muletas y bastones sin dueño, no te sorprendas. Es habitual que los dejen allí antiguos enfermos que, supuestamente, sanaron al beber el agua del manantial que pasa por debajo de la casa de la Virgen. De hecho, es fácil que veas a gente llenando botellas y garrafas para llevársela a casa y aprovechas sus supuestas propiedades curativas.
Seguro que lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en Rodas es su coloso, una de las grandes maravillas del mundo antiguo. Pero cuando llegues a la isla, no te molestes en buscarlo porque se derrumbó en el año 226 a. C. tras un terremoto y ni siquiera está claro dónde estaba situado.
Pero no te preocupes porque, a falta de coloso, Rodas te espera con uno de los cascos históricos más bonitos de Grecia. El centro amurallado de la ciudad te enviará de vuelta al Medievo gracias a una explosiva pero agradable mezcla de estilos arquitectónicos, desde Bizancio hasta Turquía pasando por Roma. Así que no lo dudes: en cuanto pises Rodas, sumérgete en el laberinto de callejuelas que discurren entre edificios de destartalado encanto. El centro está dividido en tres zonas: el Kollakio o Barrio de los Caballeros (donde vivían los templarios), el Hora o Barrio Turco y el Barrio Judío. Ten en cuenta que la mayoría de los puntos de interés medievales –como la puerta de la Libertad, la avenida de los Caballeros o el palacio de los Grandes Maestres- está en el primero de ellos, aunque no debes perderte las otras porque, por ejemplo, en el Barrio Turco vas a encontrar tiendas de gran encanto.
¿Y el coloso, dónde estaba?, te preguntarás. Pues durante años se creyó que la enorme estatua, de 33 metros de alto, estaba en el puerto, pero recientemente han surgido voces de expertos que consideran que la figura de Helios estaba en la Acrópolis, que puedes visitar al suroeste del casco histórico, en el monte Smith.
¿Ya has paseado por Fira pero necesitas saber más de Santorini? No lo dudes y acércate a Oia, porque este bellísimo pueblo te enseñará cuál es la esencia de una de las islas más bellas del Mediterráneo.
En esta bella aldea marinera, también llamada Pano Meria (el lugar de arriba), vas a hacer fotos a mansalva porque es difícil encontrar una panorámica tan espectacular. Por un lado, verás sus bellas casas color pastel que brotan aferradas a la roca del acantilado porque, de hecho, muchas de ellas están excavadas en cuevas. ¿Sabes que allí vivían los marineros de su potente flota comercial a finales del siglo XIX? Y si había marineros, obviamente la ciudad también acogía a los capitanes y comerciantes ricos, aunque éstos preferían vivir en la zona alta de la ciudad, donde aún hoy verás sus lujosas mansiones patricias. A su alrededor, encontrarás bellas iglesias y restos de épocas opulentas, como el mármol en varias calles y plazas.
No sólo es llegar a un destino, sino disfrutar del camino. Por eso, querido viajero, en tu trayecto desde Fira hasta el norte debes estar muy atento a los pequeños pueblos por los que pasarás. No te pierdas Firostefani, también asomado al espectacular acantilado, o Imerovigli, creado como un observatorio para vigilar la posible llegada de piratas.
Seguro que te suena su nombre de haberlo leído o escuchado en las noticias hace poco tiempo. La Plaza Syntagma llena de gente protestando por las consecuencias de la crisis económica y de la intervención de las cuentas griegas por parte de las instituciones europeas. Pero este es solo un acontecimiento más que la Plaza de la Constitución ha acogido, ya que este bello espacio en el centro de Atenas es el punto neurálgico clave en la historia reciente de Grecia. Por ejemplo, el 3 de septiembre de 1843 el rey Otón proclamó allí la Constitución después del levantamiento popular.
Y hoy día, muchas décadas después, la plaza sigue siendo el punto de reunión más habitual, así que no te sorprendas si te cruzas con alguna manifestación durante tu visita. Ten en cuenta que, además, la plaza Syntagma es la sede del poder político -allí se encuentra el Parlamento- y un punto clave en la red de transportes de la capital. Por eso siempre la encontrarás animada, con gente charlando junto a la gran fuente de mármol del centro, entrando y saliendo de la gran estación de metro o caminando hacia el lado oeste para adentrarse en uno de los principales barrios comerciales de Atenas, a lo largo de la peatonal calle Ermou.
¿Sabías que el edificio del Parlamento fue, hasta 1935, la residencia oficial de la familia real griega? Ese año se trasladaron a otro palacio que actualmente es la vivienda del presidente, ya que Grecia es una república desde 1974.
Descubre el itinerario
- Alojamiento
- Atenas
- Desayuno
- Atenas
- Acrópolis con entrada
- Visita panorámica de Atenas
- Desayuno, Almuerzo, Cena
- Mykonos
- Desayuno, almuerzo y cena
- Kusadasi
- Éfeso
- Patmos
- Visita de Éfeso
- Desayuno, almuerzo y cena
- Rodas
- Visita a Lindos
- Desayuno, almuerzo y cena
- Santorini
- Atenas
- Desayuno
- Atenas
Conoce un poco más de Grecia
Uno de los grandes placeres para el viajero amante de la gastronomía será comer pescado o marisco fresco en una taberna a orillas del mar. Basta con escoger el lugar, preguntar al camarero y acompañarlo a la cocina para que te explique qué ha llegado hoy desde el puerto. Y para acompañar, nada mejor que una ensalada griega, con tomates que saben a tomates, pepinos que saben a pepinos y un queso feta para chuparse los dedos. Es habitual que encontremos la opción de consumir varios entrantes –mezédhes- y luego pedir los segundos por peso, no por raciones, porque en Grecia es típico pedir comida para compartir entre toda la mesa. La cocina griega es claramente mediterránea y está basada en los productos de temporada. Entre la carne destaca el cerdo, el cordero y el cabrito, y entre las verduras la berenjena, cuyo cocinado es un arte en Grecia. No hay que perderse el aceite de oliva, el vino y el licor nacional, el ouzo.
Los viajeros amantes de las compras se lo van a pasar bien en Grecia porque el país heleno ofrece una enorme variedad de opciones para desgastar la tarjeta de crédito. En Atenas, además de mercados tradicionales y tiendas de recuerdos, encontrarás tiendas de moda, joyerías y otros tipos de comercios elegantes. Y por todo el país hay artesanía muy variada para escoger. Destaca el trabajo del cuero, como las sandalias, los bolsos o los cinturones. La plata loánina también posee una larga tradición y es un excelente recuerdo. Y para los amantes de los souvenirs gastronómicos, nada mejor que el aceite de oliva, el ouzo, la retsina –vino tradicional con un sabor resinoso-, la miel o las especias.
• 1 de enero: Año Nuevo.
• 6 de enero: Epifanía.
• Miércoles de ceniza: 41 días antes de Semana Santa.
• 25 de marzo: Día de la Independencia.
• Desde el Viernes Santo hasta el Lunes Santo
• 1 de mayo: Día del Trabajo
• Pentecostés: 50 días después de Semana Santa.
• 15 de agosto: Asunción de Nuestra Señora
• 28 de octubre: Celebración Nacional.
• 25 de diciembre: Navidad
• 26 de diciembre
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
Tasas
A partir del 1 de enero de 2018, el gobierno griego impondrá una tasa de alojamiento por persona y día que debe ser abonada por los clientes directamente en los hoteles.Divisas
Rige la normativa de la Unión Europea, es decir, es obligatorio hacer una declaración si se entra en Grecia con 10.000 euros o más.