El Central Tiepolo es un hotel praguense galonado con tres estrellas situado en la margen oeste del Moldova. Se trata de un hotel pequeño, pero no por ello menos apropiado para el descanso de un visitante de la ciudad checa: sus 20 habitaciones ofrecen a todo hipotético huésped todas las comodidades que pueda este precisar durante las pausas que decida intercalar en sus caminatas por Praga, a menudo una ciudad extenuante y exigente para con aquellos que desean conocerla a fondo.
Si bien las habitaciones del hotel son ya antiguas y no están amuebladas acorde a las tendencias estéticas más modernas, poseen virtudes que son innegociables: en primer lugar, son lo suficientemente amplias como para satisfacer las exigencias de cualquier cliente, desde aquel que viaje con su pareja o en soledad hasta aquel que venga acompañado de su familia para visitar la capital checa; hacen gala, además, tanto en dormitorios como en cuartos de baño, de una higiene que se corresponde con la denodada atención que caracteriza al personal del hotel (atributo que se volverá a señalar más adelante). A estas virtudes se suma una localización que, aunque no es central, propicia a sus clientes un acceso cómodo al casco histórico de la urbe, unida a unas tarifas ciertamente económicas.
Las habitaciones de este establecimiento están, además, dotadas con una cocina. Así pues, como huésped encontrarás, pese a la ausencia de boatos y suntuosidades, un cuarto perfectamente adecuado para tu reposo durante el tiempo que dure tu visita.
Una característica más diferencia a este hotel de otros: está permitido el ingreso a su recinto y habitaciones de mascotas y animales de compañía (bajo petición). Sin embargo, no se practica la misma indulgencia con aquellos clientes que deseen fumar en el interior del hotel: en ninguna de las dependencias del hotel, ni siquiera en las habitaciones, está permitido fumar.