Cuatro días no parecen muchos para visitar el lago Como. Este espacio natural está salpicado de poblaciones con una historia ancestral. Etruscos, ligures, celtas y romanos han hecho de sus orillas refugios privilegiados. Tras la Edad Media y el Renacimiento empezaron a surgir lujosas villas que tuvieron su máximo esplendor a finales del siglo XIX. Sin duda, el lago Como es un lugar perfecto para disfrutar de un relajante viaje a Italia.
Dónde está el lago Como
El lago Como se encuentra al norte de Italia, en la región de Lombardía. Si lo miras desde arriba, verás que el lago tiene forma de una Y invertida. Sus dos extremos inferiores acaban en las ciudades de Lecco y Como, a derecha e izquierda respectivamente.
La ciudad de Como está 45 km al norte de Milán. Tiene alrededor de 85.000 habitantes y su casco urbano parece abrazar el extremo del lago. Al este se encuentra Lecco, donde desemboca el río Adda.
El extremo norte del lago finaliza en la Reserva Natural Pian di Spagna-Lago di Mezzola, cerca de la frontera italiana con Suiza, en los Alpes.
Cómo llegar a Como
El primer día del viaje al lago Como lo dedicarás al viaje de ida y a instalarte en tu hotel. Un punto de referencia si vas en tren o en avión es Milán, la capital y principal ciudad de la región de Lombardía a la que debes llegar. Desde Madrid puedes ir en tren, pasando por Zaragoza y Barcelona. Luego recorrerás la costa mediterránea francesa hasta Montpellier y después a Aviñón. A Italia entrarás por Turín, capital de la región de Piamonte. De Turín a Milán solo hay 125 km. Si vas en coche, súmale otros 20 km.
El viaje en autobús o en tu propio vehículo es más o menos por el mismo recorrido. Puedes recorrer la costa azul hacia Niza y entrar en Italia por Génova, en la costa. De Génova a Milán deberás recorrer 144 km por la autopista A7.
Si prefieres ir en avión, también tienes vuelos a Milán casi todos los días desde los principales aeropuertos españoles, directos o con escalas. Llegarás al aeropuerto de Milán-Malpensa, que está a 35 km de Milán. Desde allí tienes muchas conexiones en tren y autobús hacia Como. Una vez instalados, vamos a darnos una vuelta por algunas poblaciones interesantes. El segundo día lo utilizaremos en conocer Bellagio, Varenna y Menaggio.
Bellagio
Bellagio se encuentra justo donde se separa el lago en sus dos brazos del sur hacia Como y Lecco. Es una pequeña localidad de unos 3.000 habitantes. Si buscas hoteles en Italia para tu viaje al lago Como, aquí tienes un lugar perfecto para encontrarlos y con unas vistas espectaculares, gracias a esta ubicación privilegiada.
Desde el parque de La Punta Sportivento tendrás una panorámica perfecta de los tres brazos del lago. Este parque se encuentra en la cima de la colina en la que finaliza la península de Bellagio. Saliendo del puerto del ferri, tardarás diez minutos caminando, pero eso sí, cuesta arriba. En la localidad también puedes apuntarte a cursos de kitesurf, windsurf o dar un paseo en kayak por las tranquilas aguas del lago.
Varenna
Si miras hacia el brazo norte desde Bellagio, podrás divisar Varenna en la orilla derecha y Menaggio en la izquierda. Varenna es una población aún más pequeña, no llega a los 900 habitantes, pero es digna de visitar. Sus casas parecen estar a punto de precipitarse al agua, sus cuidados jardines parecen integrarse con el paisaje y su arquitectura es típicamente italiana, con sus fachadas pintadas de amarillo pálido y tonalidades ocres.
Varenna, población fundada por los romanos, es un buen lugar para hacer senderismo. Tiene una ruta perfecta para conocer el terreno, llamada Greenway dei Patriarchi. Puedes recorrer sus 6 km en un par de horas. La salida está situada a 200 m de altura y subirás solo hasta los 320 m. Así que, un apacible paseo con unas vistas de película. Si prefieres algo más relajado, puedes quedarte visitando el Castello di Vezio, una fortaleza medieval construida para intentar controlar las incursiones de las tribus trasalpinas.
Menaggio
En la orilla de enfrente se encuentra Menaggio, que supera los 3.000 habitantes. Es un lugar perfecto para pasear por sus calles adoquinadas, hacer compras, dedicarse a los placeres del buen comer y, cómo no, hacer alguna excursión para disfrutar de los paisajes de este lado del lago. Tienes a tu disposición paseos guiados y muchas actividades para que gastes todas las calorías que necesites gastar: paseos en bici, golf, vela, tenis, baloncesto, hípica o los deportes acuáticos que más te apetezcan. Y si vas en invierno, también tienes alpinismo y rutas por las cumbres nevadas.
Tremezzo
Ya es el tercer día y te espera otra localidad imprescindible: Tremezzo. Tiene algo menos de 2.000 habitantes y está ubicada al sur de Menaggio, en su misma orilla y enfrente de Bellagio. Como en las otras poblaciones del lago encontrarás miradores, jardines y paseos. En Tremezzo también hay unas villas espectaculares, algunas se pueden visitar en apacibles paseos que sirven también para disfrutar del entorno natural. Una de estas bucólicas y lujosas mansiones es Villa del Balbianello. Otra es Villa Carlota, que tiene un museo y un jardín botánico. Una opción perfecta para contemplar las villas y pueblos desde el lago es alquilar un taxi acuático.
Como y despedida
No puedes irte sin dedicarle a Como lo que resta del tercer día y el cuarto hasta la hora de volver. Toma nota de los sitios para que los visites en el orden que quieras. Uno de ellos es el embarcadero, un punto de encuentro para los vecinos y de paseo para los visitantes. Puedes seguir dando una vuelta por el Paseo Villa del Olmo para tener una panorámica del lago y luego empezar el recorrido por los monumentos: la Villa del Olmo, la Catedral de Como, el Templo Voltiano y, por supuesto, la plaza de Como.
Otra visita imprescindible es el funicular de Brunate, desde donde tendrás una vista privilegiada de la ciudad y del lago. Un lugar perfecto para decirle adiós al lago Como, o le digas hasta pronto.
Sin duda, Como es un lugar en el que podrás disfrutar de unos paisajes maravillosos y experiencias únicas. ¿Te lo vas a perder?