Este increíble y dinámico país combina edificios de apartamentos diminutos y multitud de bloques de oficinas con antiguas casas de madera y establecimientos de kimonos.
Japón está compuesto por una isla central, Honshū, y otras tres islas principales, Hokkaidō, Shikoku y Kyūshū, conectadas mediante túneles y puentes. Si lo que deseas es ver el Japón ultramoderno deberías visitar las metrópolis de Tokio o Nagasaki. Situada en la llanura de Kanto, esta ciudad japonesa, después del terremoto de 1923 y tras los bombardeos estadounidenses durante la II Guerra Mundial, se volvió a levantar. Al oeste de Tokio se erigen los lujosos barrios comerciales, así como galerías privadas. En el barrio de Ginza se puede disfrutar de un paseo con numerosas sitios de interés y el parque Ueno-Koen, con algunos de los museos y exposiciones más atractivos de Tokio. Al noreste de la metrópoli se encuentra el barrio de Asakusa, uno de los enclaves budistas más dinámicos de Japón. En el barrio de Shinjuku, al oeste del centro, fíjate en las inmensos fluorescentes deslumbrantes, pantallas de videos en la calle, austeros templos, cabaret e infinidad de restaurantes de pasta japonesa. Kyoto es la capital cultural de Japón. Paseando por el centro de la ciudad contemplaremos los jardines de guijarros, los increíbles templos japoneses o las geishas. Al noroeste de Kioto se encuentran los impresionantes templos Zen.
Día 1. Tokio
Se trata de una metrópoli moderna debido a que la mayoría de sus antiguas construcciones son reconstrucciones ya que poco o casi nada sobrevivió al terremoto de 1923 o a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la ciudad cautiva a los visitantes no sólo por la aglomeración de seres humanos, sino por sus aromas, su pulso vital y por su capacidad para conjugar las tradiciones más ancestrales con los últimos avances tecnológicos.
Tokio, que quiere decir Capital del Este, se divide en 23 barrios (Ku); cada Ku se subdivide en distritos metropolitanos y éstos a su vez, en Chome. Y aunque pueda parecer increíble, en Tokio las calles no tienen nombre y las direcciones se basan en un complicado sistema numérico. Por ejemplo la dirección del Hotel Keio Plaza es: 2-1 Nishi-Shinjuku, 2-chome, Shinjuku-ku. Es decir, que se encuentra en el chome 2 del sector 2, en el edificio 1 y en el distrito de Shinjuku. Y si esto no parece complicado, hay que resaltar el hecho de que la mayoría de sus calles no son rectas. Es por eso que lo primero que hay que hacer al llegar a la capital es proveerse de un buen plano de calles y de un mapa de metro.
Día 2. Monte Fuji
Con sus 3.776 m de altura, el monte Fuji es una de las principales atracciones naturales del país del sol naciente. Esta formación de origen volcánico se encuentra en Honsu, la isla principal del archipiélago nipón y está próxima a la capital del país, Tokio. Con un inigualable paraje natural a su alrededor, esta elevación es un lugar de gran significado religioso para budistas y sintoístas.
Aunque está clasificado como volcán activo, la última erupción registrada data del año 1707 de nuestra era, en pleno periodo Edo. Rodeado de cinco lagos y enmarcado en el Parque Nacional de Fuji-Hakone-Izu, la visión de la puesta de sol sobre su cumbre nevada es una estampa de belleza indescriptible que a lo largo de los siglos ha inspirado a artistas para elaborar sus pinturas, poemas y canciones.
Día 3. Kamakura
Situada al sur de Yokohama, a orillas del océano Pacífico, su historia ha estado marcada por el Minamoto Yoritomo, fundador del primer gobierno militar nipón. Bajo la regencia del clan Hojo, se construyeron en Kamakura numerosos monumentos y templos dedicados al culto zen, entre los que destaca la estatua de Buda esculpida en bronce, de más de 10 metros de altura. Kamakura, también, posee algunos de los templos zen más antiguos de Japón. Cuenta con 19 santuarios sintoístas y 65 templos, situados alrededor de la ciudad, entre frondosa vegetación y numerosos senderos que los comunican.
Día 4. Kyoto
La llamada “capital de la paz y la tranquilidad” fue fundada en el año 794 según el modelo de la capital de la dinastía Tang, la ciudad china de Chang´an. Suaves colinas la enmarcan y el río Kamo la atraviesa de norte a sur. La naturaleza y sus creaciones han forjado su estructura urbana y el carácter de sus habitantes desde sus orígenes. La mayoría de los edificios históricos y sus principales espacios verdes se localizan en las faldas de las montañas que limitan la ciudad. Kyoto es la ciudad más importante del Japón en cuanto a cultura se refiere. El legado arquitectónico de esta histórica urbe es magnífico y a esto último hay que añadir que aquí nació el teatro Noh, la poesía antigua waka y las artes más refinadas. El recorrido turístico por la ciudad permite contemplar un total de 17 monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Día 5. Hiroshima
La ciudad de Hiroshima volvió a nacer después de ser destruida totalmente durante la Segunda Guerra Mundial. Hiroshima fue la primera víctima de una bomba atómica el 6 agosto de 1945. Como es de esperar, sus principales atractivos son reconstrucciones. Entre los lugares más recomendables para visitar está el Gembaku Domu (la Cúpula de la Bomba Atómica), único sobreviviente tras el bombardeo, el Parque de la Paz, el Museo de la Bomba, el Castillo Hiroshima-jo o el Jardín Sukkei-en, un jardín que recrea grandes paisajes en miniatura.