Más de seis millones de kilómetros convierten a la Amazonia en el bosque tropical más extenso del mundo y con la mayor biodiversidad de América.
Y puesto que recorrerla en su totalidad es una tarea inabarcable hasta para el más avezado viajero, te invitamos a conocer un puntito minúsculo en el mapa, pero cuya belleza es enorme.
Debido a su ubicación de ciudad limítrofe sobre el río Amazonas, Leticia, en el extremo sur de Colombia, es nuestro punto de partida en esta ruta natural y salvaje.
A 11 kilómetros del aeropuerto de Leticia se halla el primer destino, la Reserva Natural Tanimboca, un área de bosque protegido donde te alojarás la primera noche. Para familiarizarte con las costumbres, te invitarán a probar el típico almuerzo amazonense de pescado asado. Tu primer contacto con la selva tropical del Amazonas será una caminata en dirección a las cabañas construidas en las copas de los árboles, a 12 metros de altura. Por la noche, conoce la vida nocturna de la selva en un paseo guiado.
En esta reserva, además del trekking, te recomendamos la práctica del canopy, un deporte en el que te deslizarás volando a través de las copas de los árboles, a 35 metros de altura y sujeto por un cable de acero. Sin duda, una forma alternativa de observar la flora y la fauna de la selva amazónica.
En una ruta de dos horas a través de la selva y siguiendo el curso del río llegarás al asentamiento indígena de los Makuna, donde conocerás su cultura y tradiciones. Te mostrarán las plantas típicas y el tradicional cultivo del tabaco, coca, yuca y caña de azúcar. También incluye una visita a una maloca, la casa indígena tradicional. Además, si quieres convertirte en un auténtico superviviente, puedes hacerlo aprendiendo a transformar materiales de la selva en usos útiles y tratando de pescar en el río Tacana.
Para conocer la fauna acuática nada mejor que desplazarse unos 80 kilómetros desde Leticia hasta el Lago de Tarapoto, cuna de los delfines rosados del Amazonas y únicos en el mundo. Este lugar es el hábitat natural también de la piraña, la anguila eléctrica y el Pirarucú, uno de los peces de agua más grandes del mundo, que llega a medir más de 3 metros y pesar 250kg. Por supuesto, aquí también puedes hacer rutas a pie. Los senderos te llevarán hasta el famoso Capinuri, también llamado árbol de la fertilidad por su semejanza con el órgano sexual masculino.
Nuestro viaje por la selva concluye en la Reserva Natural de Marasha. Esta ruta a través de la jungla tiene como objetivo explorar su variada vegetación, sus arboles centenarios y contemplar sus numerosas especies de fauna, como micos, mariposas y aves multicolores. En el camino te encontrarás con la famosa “Victoria Regia”, una flor de loto de tamaño gigante.
Reserva tus fuerzas para una última excursión nocturna. Una de las actividades más populares en este lugar es la captura a mano del caimán negro. Dando un paseo a la orillas del lago es fácil encontrar gran cantidad de crías de caimán. Los guías los sujetarán para que puedas verlos de cerca, fotografiarlos e incluso sostenerlos en tus manos, para después devolverlos al lago sin que hayan sufrido ningún daño.
Amazonas, una de las siete maravillas naturales del mundo
El Amazonas es el bosque ecuatorial más grande del mundo ocupando aproximadamente el 45 % de la extensión total de Brasil. El ecosistema se clasifica en cuatro estratos, siendo el de mayor actividad el estrato más alto, (20 y 40 metros de altura) donde las plantas compiten por los rayos del sol y donde habitan la mayoría de aves y monos. La densidad de la selva y el toldo del estrato más alto impide el acceso de los rayos solares al estrato más bajo, lo que posibilita un importante ecosistema. El estrato más bajo está compuesto por plantas que requieren de muy poca luz, así como por una infinidad de hormigas, termitas e innumerables insectos.