Brasil está de nuevo en el punto de mira desde el lado deportivo, y es que si hace un par de años se celebraba el Mundial de fútbol, este año es el turno de los Juegos Olímpicos, pretexto perfecto para descubrir más del país carioca.
Brasil es el país grande de América del Sur y el quinto del mundo, cuenta con una gran extensión de territorio por la que se distribuyen diferentes puntos de interés, pudiendo moverte por el país para conocer sus rincones más famosos o escoger un único lugar de visita, pero eso sí, tened en cuenta que Brasil se sitúa cerca del Ecuador por lo que generalmente el clima es tropical, alcanzo en verano incluso los 40º, pero dependiendo de la estación del año y la región que visitéis las temperaturas pueden rondar los 0º por la noche, así que aunque si viajáis en verano no os encontraréis con estas temperaturas, no olvidéis llevar en el bolso o la mochila una chaqueta ya que durante la noche las temperaturas pueden bajar un poco.
La capital del país es Brasilia situada en la región centro-oeste de Brasil, una ciudad moderna construida a finales de la década de los 50 para funcionar como la capital del país. La ciudad se construyó con forma de avión por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer y cuenta con grandes obras arquitectónicas, entre las que destaca el Eje Monumental donde se encuentran los edificios del Gobierno. Es además la única ciudad construida en el siglo XX en ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
En Brasilia hay verdaderas joyas de la arquitectura, pero lo que no podéis perderos es la Catedral Metropolitana Nossa Senhora Aparecida, cuya construcción se encuentra bajo el nivel del suelo, siendo visible solo en superficies sus vidrios azules. Pero además la ciudad es una de las ciudades con más lugares destinados al ecoturismo por lo que podréis disfrutar de grandes espacios verdes.
Aunque si de verdad queréis disfrutar de la naturaleza en estado puro, lo mejor será que vayáis a la zona norte del país donde predomina el clima ecuatorial del que hablábamos antes y en consecuencia la vegetación de la región está formada por la selva amazónica, destacando la ciudad de Manaus, entrada a la Amazonia, siendo este bosque tropical el más extenso del mundo, repartida entre nueve países y declarada en 2011 como una de las siete maravillas naturales del mundo. Además, los meses entre junio y septiembre son los meses más secos, aunque no deja de llover en ningún mes del año, pero será la época en que mejor podréis disfrutar de la selva amazónica. A las afueras de Manaus podréis disfrutar del “Encuentro de las Aguas” donde se unen las aguas del río Negro y Solimoes para formar el río Amazonas. Merece la pena una vez allí, visitar el Teatro Amazonas, principal patrimonio artístico cultural del estado de Amazonas, el Palacio de Justicia, el Palacio Río Negro, el Mercado Municipal o algunos de sus museos.
Si lo que buscáis en vuestro viaje a Brasil es conocer sus playas más famosas, entonces tendréis que visitar la parte este del país, dividida en las regiones del noreste, sureste y sur.
La región del noreste de Brasil es la más turística, caracterizándose por sus playas paradisiacas situadas en el Mar Atlántico y la Mata Atlántica, una de las selvas tropicales más amenazadas del planeta. Como destinos más destacados de esta región encontramos Florianópolis y Salvador de Bahía. Esta última es una de las principales ciudades de Brasil y uno de los principales centros culturales por su diversidad cultural que se refleja en su gastronomía, folclore y producción artesanal.
En Salvador de Bahía disfrutaréis paseando por el casco antiguo de la ciudad, declarado también Patrimonio de la Humanidad. Conocido como Pelourinho, que constituye el mayor conjunto de construcciones coloniales de América Latina con más de un millar de mansiones, casas, palacios, conventos e iglesias en estilo barroco de los siglos XVI y XVII.
Además de la visita cultural en Salvador de Bahía, podréis relajaros en sus playas de aguas cristalinas y arenas blancas, hacer algunas compras en el Mercado Modelo, un enorme mercado de casi un siglo y repleto de tiendas de arte y artesanía local, además de bares típicos y restaurantes.
Bajando hasta la zona sureste de Brasil llegamos a la región más poblada del país, que cuenta con playas de infarto bañadas por el Océano Atlántico, pequeñas localidades coloniales y grandes ciudades como Sao Paulo y Río de Janeiro.
Sao Paulo es una gran ciudad, superpoblada, conocida como “la locomotora de Brasil” es el principal centro de actividad económica del país. No está bañada por el Atlántico, pero cuenta con una gran cantidad de atractivos culturales y recreativos. Es una ciudad cosmopolita que cuenta con bares, cafés y restaurantes de primer nivel, museos, cines, teatros y clubes nocturnos, por lo que la diversión está asegurada gracias también a sus centros comerciales y parques temáticos.
En el corazón de la ciudad se encuentra la Avenida Paulista donde están los principales edificios corporativos e instituciones culturales, además de hoteles, restaurantes, tiendas y centros culturales. En esta misma avenida está el Museo de Arte diseñado por la arquitecta Lina Bobardi, que alberga colecciones de arte que figuran entre las colecciones de arte más importantes de Latinoamérica.
En esta ciudad cosmopolita otra actividad imprescindible es disfrutar de una las vistas más bellas de la ciudad desde la terraza del Edificio Altino Arantes construido en 1947 y con 150 metros de altura, así como visitar el Edificio Copan, el edificio más grande de hormigón armado de todo Brasil, el barrio japonés o el Museo Brasileño de Escultura. Hacer una parada para comer en el Mercado Municipal inaugurado en 1933 y remodelado en 2004, con un interior de dos plantas repleto de puestos de frutas, verduras, cereales, carne, quesos, etc y donde poder degustar comida local a precios asequibles.
Después de reponer fuerzas dirigíos a la Avenida Oscar Freire, glamurosa avenida situada en la parte alta de la ciudad, donde disfrutar de una jornada de compras o de un simple paseo por esta avenida, considerada una de las ocho calles más lujosas del mundo con firmas como Emporio Armani, La Perla, Camper, H.Stern,etc. En las proximidades, con el cruce de la calle Augusta continúan las boutiques con nombres como Louis Vuitton, Salvatore Ferragamo, Bulgari, Versace, Marc Jacobs, etc.
Y después de disfrutar de la ciudad de día, toca disfrutar de la ciudad de noche asistiendo a una sala de conciertos o a la zona de Vila Madalena, área con más ambiente de la ciudad con bares y restaurantes donde disfrutar de la animada noche brasileña.
Otra ciudad mítica de esta región del país es la conocida como “Ciudad Maravillosa”, Río de Janeiro, donde disfrutar de sus míticas playas como la de Copacabana además de recorrer esta ciudad cosmopolita que ha crecido bastante en los últimos años, más ahora con la celebración de los Juegos Olímpicos.
En Río no puedes dejar de visitar el Cristo Redentor del Corcovado, mejor visitarlo a primera hora del día cuando menos turistas hay, considerada recientemente una de las Siete Maravillas del Mundo. Otro enclave desde el que poder disfrutar de unas vistas maravillosas de la ciudad es desde el Morro Pan de Azúcar, un pico de granito impresionante, casi si vegetación y que se alza sobre el mar directamente.
Otros lugares míticos de la ciudad dignos de visitar son la Catedral de São Sebastião do Rio de Janeiro, espectacular por su forma piramidal cónica que la hace única, el estadio de fútbol Maracaná conocido como el Templo del Fútbol, el Jardín Botánico, el Museo Histórico Nacional, la colorida Escalera de Selarón que une los barrios de Lapa y Santa Teresa, que se ha convertido en una símbolo de la creatividad y el estilo bohemio, cubierta por más de dos mil azulejos diferentes procedentes de diversos países, muestra imágenes y reflexiones de lo que significaba la ciudad para su creador o la Confitería Colombo, expresión de la Belle Époque carioca y considerada como uno de los cafés más bonitos del mundo donde además de disfrutar de su belleza, disfrutarás de su repostería.
Dejando el turismo más cultural, no os perdáis las playas más famosas de Brasil, la playa de Ipanema y la de Copacabana. La de Ipanema cuenta con dos kilómetros de costa y suave arena blanca, siendo una de las preferidas por los cariocas, donde además de tomar el sol podrás practicar deportes acuáticos, como el surf. El lugar ideal es donde esta playa confluye con la de Copacabana, sin duda la más famosa de Río. Todas las playas se dividen en postos, que son los puestos de socorristas, en torno al cual cada perfil encuentra su trozo de playa, hay zonas de playa nudista, de pescadores, para realizar deporte, etc. En esta playa además podrás disfrutar de las delicias dulces y saladas de la Confitería Colombo, y es que tienen una sucursal en el Fuerte de Copacabana.
En Río encontraréis muchas opciones a la hora de comer, desde lo más nuevo de la alta cocina internacional a lo más tradicional. Si acudes a un botequim, que es una taberna tradicional carioca, podrás degustar raciones de comidas típicas como los bolinhos de bacalhau, croquetas de carne u otros platos típicos como el pan de queijo, acarayé que son bollos de pan con frijoles blancos y cebolla, la coxinha que es pechuga de pollo envuelta en una masa y frita. Como platos principales no puede faltar un buen churrasco, la feijoada considerado plato nacional y elaborado a base de frijoles negros combinado con carne ahumada o salada, el tacacá sopa elaborada a base de hierba jambú y tucupí, con caldo a base de mandioca y camarones o la moqueca de peixe.
En cuanto a los postres, son típicos los beijinhos de coco, los brigadeiros que son dulces de chocolate, maracuyá o munguzá, similar al arros con leche español, acompañados de una caipirinha, un batido de coco o una cachaça.
Por último, para completar la ruta por el país brasileño, solo queda ir a la región sur, caracterizada por sus paisajes diversos de praderas que forman la Gran Pampa Gaucha o sus impresionantes paisajes naturales de la Selva Misionera, donde destacan las Cataratas de Iguazú.
Si visitáis Brasil podréis disfrutar de estas maravillas y de este contraste entre unas zonas y otras, además de disfrutar de la vida relajada y tranquila de algunas de sus ciudades más famosas, sin olvidar sus playas de aguas cristalinas y arenas blancas.
Hermoso Salvador de Bahia, aunque tengan algo de cuidado en las calles, hay zonas que deben evitar ir! Saludos!