Hotel Macia Alfaros

El Hotel Macià Alfaros se localiza en una situación privilegiada en la ciudad de Córdoba. Situado en el centro neurálgico de la urbe y en pleno casco antiguo, el hotel dispone de 144 habitaciones, de las cuales veintiuna son habitaciones individuales y ciento veinte son dobles -con y sin terraza-. Además, se puede disfrutar de una Junior Suite con jacuzzi y una Junior Suite para alojar a cuatro personas.

Todas las habitaciones, con suelo de moqueta, incluyen televisión LCD para garantizar el entretenimiento, un minibar ideal para saciar el apetito a deshoras, escritorio, caja fuerte y, en el baño, los productos de aseo diario necesarios, así como secador para el pelo.

El edificio del Hotel Macià Alfaros, entre sus cinco plantas, cuenta con un hall agradable y espacioso, en el que se ofrece un servicio de recepción abierto las veinticuatro horas, con caja fuerte y servicio de cambio de divisa; además, un ascensor comunica los cincos pisos y el garaje privado.

No se debe olvidar la oferta gastronómica, en este caso, presente a través del restaurante radicado en el propio hotel, que certifica la posibilidad de degustar platos suculentos, ordenados a la carta; igualmente, para los que prefieran relajarse a última hora, el hotel también posee un bar dentro de sus instalaciones para el goce del cliente. Todo ello complementado con el servicio matutino de desayuno tipo bufé y la facultad de encargar platos especiales. 

Por último, su excepcional ubicación permite el acceso inmediato al amplio abanico cultural y de ocio presente en la ciudad andaluza, al hallarse rodeado de multitud de comercios, tiendas, bares, cafeterías y restaurantes, así como de las principales atracciones turísticas de la ciudad, entre otros, el barrio de la judería, con sus estrechas callejuelas blancas y la gran Mezquita-Catedral, declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1984. 

El Hotel Macià Alfaros se sitúa en el número 18 de la calle Alfaros, una zona especialmente tranquila, a pesar de hallarse justo en el epicentro de Córdoba. Desde el mismo hotel es posible acceder a pie a los principales atractivos turísticos de la ciudad. Entre ellos se deben destacar:

La Judería y la Mezquita-Catedral de Córdoba

El barrio judío de Córdoba representa uno de los mayores reclamos turísticos de la urbe, junto con la próxima Mezquita. La judería comenzó a formarse ya en los años del imperio romano, y no es hasta la época bajomedieval de la ciudad, cuando los judíos pasan a ocupar dicho espacio.

Las estrechas y sinuosas calles blancas conducen de una plaza a la siguiente, así se alcanza la Plaza de las Maimónades, donde se encuentra el Museo Taurino de la ciudad, o la Plaza Tiberíades, de dimensiones más pequeñas. Se trata de un lugar mágico, en el que uno se siente transportado a la Córdoba medieval, recorriendo callejuelas y callejones adoquinados, algunos sin salida, y otros que desembocan en la sinagoga, en el mercado, o simplemente en otra calleja, como si se tratase de un particular laberinto sin salida. 

Por otro, si algo representa Córdoba por encima de todo esto es su Mezquita-Catedral, Patrimonio de la Humanidad desde mil novecientos ochenta y cuatro. Se trata, indubitadamente, del monumento de la arquitectura islámica occidental con mayor relevancia, representativa, además, de varios estilos arquitectónicos como son el omeya, el gótico, el renacentista y el barroco.

Su origen, no obstante, es visigodo y, bajo dicha dominación se construye una primera basílica, denominada basílica de San Vicente, sobre la que, posteriormente se edifica una primera mezquita. Sin embargo, en los años subsiguientes, la edificación pasa a las manos de Abderraman I, que se encarga de mandar construir la Mezquita principal de la ciudad, derruyendo la anterior y formando los cimientos de la Mezquita-Catedral de Córdoba que se conoce hoy en día -tras las sucesivas ampliaciones de las que fue objeto-. 

El Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba

Si bien posee menos renombre que los conjuntos monumentales acabado de mencionar, el Alcázar de los Reyes Cristianos se equipara en belleza arquitectónica y paisajística. Se trata de una fortaleza y un palacio que, de nuevo, pone de relieve el crisol cultural histórico cordobés, al encerrar tanto ruinas y restos romanos, como visigodos y árabes. Merecen una mención especial y, sin duda, una visita los jardines y las fuentes que decoran los dos patios presentes en el Alcázar.