El Grande Hotel do Porto es, sin duda, un hotel con historia. Se construyó allá por el año 1880 y en 2002 fue objeto de una profunda restauración, lo que hace que el establecimiento pueda ofrecer al visitante un aspecto señorial a la vez que todas las comodidades de un alojamiento moderno.
Las 99 habitaciones del hotel se distribuyen en cinco plantas. La mayoría, 91, son dobles, mientras 8 son suites. En la entrada del hotel, el huésped encontrará el acceso al ascensor y una recepción que la da servicio las 24 horas del día, con la posibilidad de cambiar divisas, hacer uso de la caja fuerte o relajarse en el bar tomando algo.
Para los que prefieran distraerse de otro modo, el alojamiento cuenta con una sala de televisión y una terminal de Internet. Para comer, el establecimiento dispone de un restaurante climatizado. Mientras el desayuno es en forma de buffet, para comer se puede elegir también un menú a la carta, que es la única opción que se tiene para cenar.
La ubicación de este establecimiento es ideal para aquellos turistas que quieran conocer el verdadero Oporto, ya que está situado en pleno casco histórico, con numerosos monumentos en sus alrededores; así como museos, teatros, tiendas, bares, cafeterías y restaurantes. Hacerse con una guía es indispensable para no dejar escapar ninguna de las joyas culturales que esconde esta ciudad tan llena de contrastes, que combina tradición y modernidad en pocos kilómetros, para delicia de los turistas que deciden elegir este destino.
También es sencillo desplazarse desde el Grande Hotel do Porto al centro de la parte moderna de la segunda ciudad más grande de Portugal, tanto en coche, como en transporte público, como dando un tranquilo paseo por unas calles llenas de ambiente y con mucho que ver.