Hotel Silla

El hotel Silla se sitúa en una buena zona en Florencia, a solo 800 metros del famoso Ponte Vecchio, uno de los símbolos indiscutibles de la capital toscana. A la orilla izquierda del río Arno, el establecimiento se sitúa a pocos minutos del centro histórico y justo en el margen de la zona de tráfico limitado, por lo que no es un problema que te desplaces en coche. A su alrededor encontrarás, además, varias paradas de transporte público con las que poder llegar a otras localizaciones.

El hotel, de tres estrellas, fue construido en los años 80 en el Palazzo Demidoff-Amizzi, cuyo origen data del siglo XV y que fue residencia de la rica familia rusa con el mismo nombre, protagonista en la vida cultural florentina de la época. El hotel Silla lo componen 35 habitaciones, divididas entre individuales, dobles y triples, espaciosas y decoradas al más puro estilo florentino. Así mismo, el edificio está adaptado para personas discapacitadas, por lo que ningún huésped tendrá problemas para desplazarse.

Si te gusta relajarte en tus vacaciones, te gustará la terraza que encontrarás dentro del establecimiento, desde la que podrás disfrutar de las vistas del río y, en verano, de la sombra de los árboles floridos. Además, para que tus vacaciones sean aún más agradables, no tendrás que dejar a tu mascota en casa, pues será bien recibida en el hotel Silla.

En cuanto a la restauración, más allá de la fabulosa gastronomía florentina que podrás encontrar a lo largo y ancho de la ciudad, puedes recurrir al restaurante y snack bar del hotel, así como al desayuno que tendrás incluido en tu estancia.

Por otro lado, este será también un buen alojamiento para ti si viajas por trabajo, pues el hotel pone a tu disposición conexión a internet, impresora y fax, que podrás utilizar siempre que lo desees.

El hotel Silla se sitúa en la Via de Renai 5, en la orilla izquierda del río Arno y a pocos minutos del centro histórico, así como a solo 800 metros del Ponte Vecchio, uno de los símbolos indiscutibles de Florencia.

Además, está ubicado justo en el margen de la zona de tráfico limitado, por lo que no será un problema para ti moverte en coche. Sin embargo, si esta no es tu opción deseada, no te preocupes, pues contarás con varias paradas de transporte público a poca distancia.

Florencia fue capital de Italia en la época de la Unificación del país, entre 1865 y 1871, y ahora el la ciudad más poblada y capital de la región de la Toscana. Sin embargo, esto no es lo que más destaca de la ciudad y es que la capital toscana es la cuna del Renacimiento, uno de los movimientos artísticos más reconocidos a nivel mundial, y alberga algunos de sus máximos exponentes como es el caso del famoso David de Miguel Ángel.

De hecho, no te sorprenderá que su centro histórico fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1982.

La Catedral de Santa María del Fiore, el Ponte Vecchio, el Palazzo Vecchio y obras artísticas como el nombrado David destacan en el torbellino artístico que es Florencia. Sin embargo, si tienes tiempo, no dejes de visitar zonas de alrededor como Lucca, Siena o Pisa, que representan la esencia toscana.

Galería de la Academia de Florencia

Este museo es el más destacado de la ciudad por albergar el David de Miguel Ángel, una de las obras cumbre del Renacimiento. Sin embargo, si visitas esta galería dedicada a la escultura y la pintura, no dejes de admirar otras obras de Miguel Ángel y de otros grandes artistas reconocidos, como Botticelli.

Ponte Vecchio

Este puente medieval cubierto situado sobre el río Arno es probablemente uno de los principales símbolos de toda Florencia y es conocido por albergar comercios, especialmente joyerías. Construido en madera en el año 150 a.C por los romanos, el Ponte Vecchio fue reconstruido en piedra en el año 1345, tras haber sido destruido por una inundación.

Este fue uno de los puentes que no se destruyeron durante la Segunda Guerra Mundial y se dice que se libró por expresa orden de Hitler. Aunque debes saber que su acceso fue imposibilitado, ya que sí que se destruyeron los edificios que quedaban a lado y lado.