Aparthotel Nuramar cuenta con dos piscinas perfectas para refrescarse tras una excursión por los alrededores o reponer fuerzas con las especialidades del snack-bar, que incluye servicio en la piscina. Las hamacas y sombrillas son completamente gratuitas y están a disposición de todos los huéspedes. Los horarios de la piscina son flexibles y se permite el baño más allá del atardecer, siempre bajo la responsabilidad de los clientes.
El concepto que subyace bajo este complejo turístico es el de ofrecer una experiencia familiar y cercana al viajero, sin masificaciones ni colas. Los apartamentos están debidamente alejados unos de otros para ofrecer confort e intimidad. El personal, en cantidad suficiente y con alta experiencia, también ofrece el mismo trato cordial, servicial y cercano. El resort también cuenta con cafetería y salón de televisión.
También se pone a disposición de los huéspedes un servicio de custodia de objetos de valor, cajas de seguridad, cambio de moneda y alquiler de coches con los que preparar todas esas maravillosas excursiones que ofrece la isla y que ningún viajero que se precie debería perderse.
El bufet del hotel, por su parte, ofrece una amplia variedad de platos para todos los gustos, bien elaborados con los ingredientes más frescos y algo más que un guiño a la gastronomía local: carnes, pescados, verduras, frutas de temporada, cocas, dulces y quesos de la región. Tanto a la hora de la comida como a la de la cena, ofrece un horario flexible para que cada huésped lleve el ritmo que le apetezca.
En definitiva, Aparthotel Nuramar ofrece todo lo necesario para una experiencia acogedora y llena de encanto en la que incluso el estilo arquitectónico juega un papel fundamental para que el viajero disfrute desde el primer momento de toda la tradición y hospitalidad menorquinas con una excelente relación calidad-precio.