Este hotel está situado a unos 115 km de la capital Colombo, en Galle, el primer centro de comercio internacional de Sri Lanka. El hotel está asentado en el punto más alto de la antigua ciudad portuaria de Galle, con lo que podrá disfrutar de una vista de pájaro de las exuberantes y verdes plantaciones de té que se extienden desde las montañas hacia las brillantes aguas azules del océano Índico. Se encuentra cerca de algunas de las mejores playas de la isla y en el corazón de Galle, aunque lo suficientemente apartado de todo para relajarse y rejuvenecer; simplemente todo lo que el exigente turista o viajero de negocios pueda desear.
El hotel ofrece un eficiente servicio personalizado, sin el típico servilismo impersonal de los hoteles turísticos. El hotel cuenta con su propio restaurante y le proporciona servicio de habitaciones.
Las habitaciones son amplias y confortables y están equipadas con cuartos de baño con agua fría y caliente. Entre su equipamiento, cuentan con aire acondicionado regulable, nevera pequeña y minibar, hilo musical para tranquilizar los sentidos, TV con canales nacionales y vía satélite y teléfono de línea directa internacional, además de balcón o terraza privados.
Podrá pasar una tarde de asueto en la piscina con el Puerto de Galle a sus pies, mientras que los que se sientan más activos disponen de pistas de tenis para mantenerse en forma.
El restaurante principal sirve delicias de Sri Lanka que serán un placer para su paladar, así como cocina internacional con énfasis en especialidades chinas. Por otra parte, quizás prefiera las tradicionales pizzas hechas en un auténtico horno de leña. Para los paladares más exigentes, la gama va de cocina gourmet a especialidades diversas, mientras que los más sanos se alegrarán de saber que los platos se preparan utilizando los ingredientes más frescos: marisco recogido en el mismo día y llevado al puerto por los barcos pesqueros, junto con frutas y verduras de huertas y agricultores seleccionados.