El hotel Milo presta una cantidad generosa de servicios a disposición de los huéspedes cuando lo soliciten. Por ejemplo, los recepcionistas pueden guardar el equipaje durante un tiempo, mientras los clientes disfrutan las últimas horas de la ciudad, después de registrar la salida de la habitación.
El alojamiento proporciona un ambiente familiar y cercano, se admiten mascotas previa solicitud. Hay un bar y cafetería y un aparcamiento para los clientes, que se debe reservar y que implica el abono de un suplemento. Desde la terraza y los jardines hasta su comedor, todo el establecimiento se encuentra en buen estado de conservación, pese a estar localizado en una zona de edificios antiguos.
En la entrada del hotel Milo hay una máquina expendora de bebidas y la red wifi es gratuita, tanto en las áreas privadas como en las comunes. También es posible hacer el registro de entrada como el de salida de manera exprés. El servicio de recepción funciona a cualquier hora del día y la noche. Y el establecimiento cuenta con el lavado, limpieza en seco y planchado de la ropa.
Las condiciones de temperatura, el aire acondicionado y la calefacción, al tiempo que la insonorización de las habitaciones, asegura el máximo confort y silencio durante la noche, amén de la zona es muy tranquila.
Asimismo, hay caja fuerte, ascensores en óptimo estado de conservación y habitaciones de varios tamaños, con un servicio a las familias atento y amable. Es posible alojar niños de cualquier edad, aunque los menores de dos años suponen el abono de una pequeña cantidad extra, que incluye la colocación de una cuna.
Por ir acompañados por niños mayores de dos años, las familias deben abonar una cantidad algo superior, lo que les da derecho a incluirles en la habitación una cama supletoria. Tanto para instalar cunas como camas supletorias es necesario solicitarlo con antelación al hotel.