Hotel NH Collection Amsterdam Grand Hotel Krasnapolsky

NH Grand Krasnapolsky se encuentra en el centro de Ámsterdam, Países Bajos, en la famosa plaza Dam. Con una ubicación excelente, este hotel de 451 habitaciones te permitirá visitar fácilmente la gran oferta cultural y de ocio que ofrece la ciudad. Además, este establecimiento de lujo da todo tipo de comodidades para que los huéspedes disfruten cada segundo de su estancia. Del mismo modo, es accesible para personas con movilidad reducida.

Los edificios que conforman el complejo son constantemente renovados y sus espectaculares interiores asombran a los visitantes. A mencionar, la calidad de las amplias habitaciones y la elegancia de sus restaurantes, incluido The White Room, liderado por el chef de tres estrellas Michelín Jacob Jan Boerma.

En el recinto se encuentra también el Grand Café Krasnapolsky, desde donde podrás vislumbrar la bulliciosa plaza Dam mientras charlas y tomas algo con tus acompañantes.

Por supuesto, este sitio otorga todos los servicios que pueden esperarse de esta categoría, como conexión a Internet, servicio de habitaciones y botones. Dispone de gimnasio, jacuzzi, sauna, quiosco de prensa y un secretario. Hay que decir también que admite animales de compañía.

La ubicación de NH Grand Krasnapolsky le convierte en una opción perfecta para visitar la ciudad. El animado Barrio Rojo queda muy cerca, así como el museo de Van Gogh, el museo de la casa de Rembrandt y el museo de cera Madame Tussaud. Mención especial para el Rijksmuseum, probablemente el más importante de todos los museos de la ciudad, con más de un millón de obras de maestros de la pintura y otras artes, entre las que encontraremos incluso piezas del maestro Francisco de Goya.

Este hotel es, sin duda, una opción inmejorable para los visitantes de la ciudad que quieren disfrutar de la más alta calidad y atención durante su estancia en la capital.

NH Grand Krasnapolsky se encuentra en la plaza Dam, en el centro del corazón de la capital holandesa. La dirección exacta es Dam, 9. Son muchísimos los transportes públicos que encontraremos alrededor, incluso el canal bus, pero la localización de este hotel nos permite acercarnos a cualquier lugar del centro en unos minutos a pie.

La gran oferta cultural de Ámsterdam, cristalizada mayormente en sus museos, compite con la oferta de ocio que representa el céntrico e histórico Barrio Rojo, un antiguo barrio de pescadores que se ha transformado en un particular núcleo del ocio que podemos esperar en una ciudad como la de los tulipanes. Los bares y coffeshops del barrio admiran y sorprenden a los turistas que pasean por sus calles, teñidas del rojo de los farolillos. Además, encontrarás en este barrio los famosos escaparates que tanto dan que hablar, símbolo de la manera de entender el mundo de los holandeses.

Rijksmuseum

Este antiguo museo, inaugurado alrededor del 1800, alberga miles de obras de autores como Hals, Van Gogh y Rembrandt, siendo este último el mejor representado por número de obras e importancia. Es un edificio espectacular que se encuentra a solo dos kilómetros de la plaza Dam. A parte de las obras pictóricas, dispone de mobiliario y otras piezas de arte de gran valor. El museo es hogar, encima de obras del maestro Goya.

El Artis

El zoológico Natura Artis Magistra (latín para "La naturaleza es la maestra de las artes") fue fundado el 1838, lo que lo convierte en uno de los más antiguos del continente europeo. Este recinto no solo alberga un zoo, también dispone de planetario, acuario e incluso una biblioteca. En cada una de sus puertas principales reza una de estas tres palabras (Natura, Artis y Magistra). Sin embargo, casi siempre se entra por la puerta Artis, nombre que finalmente es el que usan los locales para referirse al lugar.

Este singular zoo es hogar de 7 000 ejemplares, distribuidos en 900 especies distintas. El zoológico pretende ser punta de lanza en lo que respecta a la calidad de vida de los animales, por lo que los recintos son amplios y bien cuidados.

Es una visita muy recomendable si vas con niños, no solo por los animales en sí, también por sus edificios e instalaciones antiguas y elegantes. Un paseo de entre dos y tres horas que hará las delicias de los más pequeños y de los no tan pequeños.