Hotel Archibald City

A 150 metros de la Plaza Wenceslao, Archibald City es un confortable hotel situado en la zona más atractiva de Praga, a solo un paso del centro histórico de la capital checa. El hotel es el punto de partida ideal para recorrer las calles, paseos, monumentos y lugares emblemáticos del centro de la ciudad. Apenas necesitarás del uso de transporte para visitar el centro de la ciudad y sus aledaños, disponiendo en este espacio de una gran cantidad de lugares que visitar o donde degustar la gastronomía local. Desde las propias habitaciones podrás disponer de vistas al centro urbano de Praga. El Archibal City cuenta con 77 habitaciones amplias y acogedoras, equipadas con todos los requisitos para hacer de tu estancia una experiencia cómoda y completa.

Las habitaciones cuentan con aire acondicionado y calefacción, baño privado, televisión y wifi, entre otros servicios. Su decoración es simple y moderna, un entorno minimalista para no cargar de excesivo detalle y hacer de ellas una atmósfera cálida y agradable, ideal para descansar después de una larga jornada de actividades, paseos y visitas a la ciudad. Para salir con calma por la mañana a visitar la ciudad, el Archibald City cuenta con un completo restaurante donde se sirve desayuno todas las mañanas.

Si tu perfil no es turístico, sino de negocios, el hotel dispone de varios salones, completamente equipados, para celebrar reuniones y eventos de toda índole. Si se trata de un viaje familiar, el hotel dispone de camas extras bajo demanda para niños menores de 15 años. Se ruega avisar en el caso de retraso en la llegada y de la preferencia sobre habitaciones para fumadores/no fumadores. Hay un parking disponible bajo reserva con un coste de 20 euros/día. El hotel cuenta, además, con acceso para minusválidos y admite mascotas, para unas vacaciones en familia sin que falte nadie.  

La ubicación privilegiada del hotel Archibald City hace de él el lugar ideal donde pasar las noches en Praga. Situado en la avenida Zitna número 33, el hotel se encuentra justo a muy pocos metros del centro de la capital y rodeado de iglesias católicas y ortodoxas, así como de bares, restaurantes, locales de moda, monumentos y museos. Todo a menos de 20 minutos a pie, permitiéndote, además, descubrir las calles y rincones propios de la ciudad mientras paseas, de modo que el tiempo en la ciudad lo optimizas al máximo.

De hecho, basta con cruzar la calle y andar unos metros para encontrarse con una de las pocas capillas románicas que se conservan en la ciudad, la Capilla de San Longinus, y justo enfrente la iglesia de San Esteban. A escasos diez minutos puedes encontrar el Palacio de Justicia de Praga, cerca del cual podrás visitar la iglesia católica de La Sagrada Trinidad, zona donde, además, se aprecia la arquitectura típica de la ciudad. Cerca, puedes visitar el Mozarteum o el Museo de Historia Natural. La iglesia de San Wenceslao, cerca del río, es otro de los monumentos que no puedes perderte, de estilo románico y unas bóvedas policromadas que hipnotizan.

Basílica de San Pedro y San Pablo

Junto al río se encuentra este edificio eclesiástico de estilo neogótico, de oscuro color, fundado en el siglo XI por el rey Vratislav II. Esta basílica tiene algo muy peculiar: su origen arquitectónico fue el románico, pero un incendio a mediados del siglo XII es lo que supuso que se reconstruyera en estilo gótico y se finalizara en neogótico. Uno de los motivos más llamativos es el inmenso mosaico de piedra bajo la entrada, así como sus altas torres gemelas. Fue el Papa Juan Pablo II quien otorgó a esta iglesia el rango de basílica en 2003.

Iglesia de Santa Ludmila

Otro monumento espectacular en cuanto a su tamaño y a su arquitectura. Su estilo también es neogótico, basado de hecho en la Basílica de San Pedro y Pablo (véanse sus torres), pero construido a finales del siglo XIX bajo el diseño de Josef Mocker, un arquitecto y restaurador amante del estilo gótico. Las inmensas torres oscuras parecen intentar alcanzar el cielo, como así dictaba la arquitectura gótica. Su nombre es en honor de Santa Ludmila Bohemia, una mártir venerada por los ortodoxos y los católicos, quien además fue abuela del rey Wenceslao (también santificado).