Marisol Hotel cuenta con varios beneficios gratuitos que harán del viaje uno de los más completos. El mayor atractivo del alojamiento es la piscina. Ubicada en el exterior del edificio, se configura como una opción perfecta para refrescarse en los días de mayor calor que el municipio de la capital catalana soporta en los meses de verano.
De agua dulce y cristalina, está habilitada para el baño de niños, con zonas de poca profundidad, y para los adultos, al ser de gran tamaño, con lo que se evita la masificación. Otra de las opciones es la terraza solárium con hamacas en las que tomar el sol y vivir una de experiencias más gratificantes de la cultura española.
En Marisol Hotel se identifican como amigos de los animales. Aceptan la entrada de animales de compañía, por lo que los que allí se alojan tienen como valor añadido el poder viajar con sus mascotas sin tener que dejarlas al cuidado de terceras personas. Los clientes podrán acceder a las habitaciones con ellos y no dejarlos en una estancia a parte. Para aprovechar este servicio, basta con avisar a la hora de hacer la reserva y los encargados informarán del protocolo a realizar.
La hora de la comida es una de las más importantes. Este hospedaje es consciente de la variedad de personas que les visitan y de la disparidad de sus gustos. Por ello, ha optado por ofertar un servicio de comidas tipo buffet. Los huéspedes encontrarán una basta horquilla de opciones culinarias: desde los platos típicos españoles y las variedades locales, hasta las recetas internacionales más demandas.
Las habitaciones del Marisol Hotel son de decoración sencilla y tradicional con mobiliario de madera. En todas hay un cuarto de baño completo individual, con la opción de ducha o bañera. Asimismo, podrás elegir entre orientación interior o exterior y entre balcón o ventana.