Hotel NH New York Jolly Madison Towers

Nueva York es, sin duda, una de las ciudades más fascinantes del mundo. Su nivel de intensidad, tanto para los turistas como para quienes llegan a ella por razones de trabajo, exige alojarse en un hotel que asegure un descanso adecuado. Por ello, el NH Jolly Hotel Madison Towers puede ser la opción que buscas.

Se trata de un hotel boutique que combina la calidez y elegancia del estilo europeo con el encanto de la arquitectura americana de los años 20. Tiene un total de 17 plantas en las que se reparten 243 habitaciones, 7 de ellas en suite, perfectamente ambientadas y equipadas para ofrecerte una experiencia de descanso única y sofisticada.

Cuenta con un restaurante y con 5 salas de reunión de diferentes capacidades para la realización de eventos corporativos. Asimismo, se pone a disposición de los huéspedes un servicio de celebración de eventos y banquetes, sociales o de trabajo. Para ello, el equipo de catering del hotel puede crear un menú específico a tono con las características del evento.

La recepción del hotel funciona las 24 horas del día, ofreciendo servicio de cambio de divisas, alquiler de coches y lavandería. Además, el NH Jolly Hotel Madison Towers es un establecimiento perfectamente adaptado para personas con movilidad reducida, ya que cuenta con instalaciones y habitaciones accesibles, rampa de acceso, ascensores con braille y con espacio para silla de ruedas. El hotel permite la presencia de mascotas, pagando un pequeño adicional salvo en el caso de perros guía.

El NH Jolly Hotel Madison Towers es reconocido también por su ubicación: se encuentra en la famosa Avenida Madison, en el corazón de Manhattan y a solamente un paseo de los más famosos monumentos de Nueva York. Lugares simbólicos de la ciudad como el Empire State Building, Times Square, Broadway y el Chrysler Building se encuentran a menos de un kilómetro de distancia.

El NH Jolly Hotel Madison Towers se encuentra en 22 East 38th Street (Esquina Avenida Madison) de la Ciudad de Nueva York. Esta ubicación, en pleno Manhattan y sobre la Avenida Madison, hace difícil pensar en una ubicación mejor para quienes desean conocer esta maravillosa ciudad.

La Avenida Madison, célebre por la presencia de las más importantes agencias de publicidad del mundo, se extiende desde el Madison Square Park hasta el Puente de la Avenida Madison, atravesando cuatro barrios: Midtown, Upper East Side, Spanish Harlem y Harlem. La localización del hotel hace posible que accedas caminando a los lugares más representativos de Nueva York.

Central Park

Probablemente el parque urbano más famoso del mundo, recibe más de 37 millones de visitantes por año. Contiene varios lagos artificiales, dos pistas de patinaje sobre hielo y muchas áreas de hierba usadas para actividades deportivas. Es un lugar muy popular para los turistas, pero también el sitio de esparcimiento por excelencia de los neoyorquinos. 

Tiene un total de 341 hectáreas, en las cuales, además de la flora y la fauna, se erigen monumentos simbólicos como el Castillo Belvedere, la Fuente Bethesda y Strawberry Fields, este último en homenaje a John Lennon, asesinado a pocos metros del lugar. Por ser destino de aves migratorias, también se ha convertido en un lugar popular para quienes se dedican a la ornitología.

Desde su creación en 1857, ha servido como escenario en una gran cantidad de películas como Desayuno en Tiffany’s (1960), Home Alone II (1992) y Men in Black II (2002).

MoMA

El Museo de Arte Moderno de Nueva York, más conocido por su acrónimo MoMA es considerado uno de los símbolos del arte moderno y contemporáneo, constituyendo una de las colecciones más importantes de obras maestras.

Situado en el Midtown, a 20 minutos a pie del hotel, es un lugar que no te puedes perder si eres amante del arte y de los museos. Conserva obras representativas de los autores clave del siglo XX, como Pablo Picasso (“Las Señoritas de Aviñón”), Salvador Dalí (“La Persistencia de la Memoria”), Marc Chagall (“Yo y la Aldea”), Piet Mondrian, Vasili Kandinski y Henri Matisse, entre otros.

Sus obras van más allá de la pintura moderna. De hecho, en 2012 se convirtió en el primer museo del mundo en considerar videojuegos como obras de arte, entre ellos Pac-Man y Tetris. Además, se le da mucha visibilidad a piezas de diseño como, por ejemplo, “Tenedor, Cuchillo y Cuchara” de Livio Castiglioni y Luigi Dominioni.